Lisa
Era un tanto extraño ver mi cara en varias pinturas y que la gente también me mirara como si fuera una celebridad. Yo no era ninguna celebridad, era la novia del artista y ya.
Durante ese año, Shaun había trabajado en sus pinturas sin parar y, mucho antes de lo que esperaba, había logrado una nueva exposición para demostrar que no estaba muerto como artista.
Su padre no había estado muy contento cuando se dio cuenta de que su hijo seguía vigente como artista, pero en el último tiempo lo había estado apoyando un poco más e incluso sentía que me aceptaba un poco más como novia de su hijo. Al principio había sido difícil que sus padres me trataran bien, ya que me consideraban una simple cocinera de poca clase, pero con el paso del tiempo habían comenzado a tener otras impresiones de mí.
De todas formas, a Shaun no le importaba mucho lo que opinaran sus padres, de hecho, parecía que le gustaba más llevarles la contraria y estar en constante conflicto por cualquier tontería.
En ese momento estábamos en nuestra ciudad, pero pronto sus pinturas irían a otros lugares y muchas se venderían.
A mi lado estaban Amanda y Kyle, quienes habían comenzado una relación recientemente, después de que Amanda por fin se sintiera lista y, a mi parecer, su año sin pareja le había sentado muy bien. Se había logrado conocer mejor e incluso había trabajado en una serie de televisión como un personaje recurrente.
Aun cuando Amanda y Kyle no eran novios, ambos habían grabado unas canciones juntos, las cuales habían sido recibidas muy bien por el público, pues la voz de Amanda era muy hermosa y el talento de Kyle, innegable.
En cuanto a Elsa, bueno, ella seguía igual: soltera, bruta y mal genio; pero ahora era la chef principal de nuestro nuevo restaurante.
Sí, ambas habíamos decidido usar nuestros ahorros para cumplir nuestro sueño de restaurante propio, con una ayuda de nuestros inversionistas Kyle Brown y Shaun Davies, y por el momento, estaba siendo todo un éxito. Quizás no era un restaurante cinco estrellas, pero soñábamos con que algún día lo fuera y entonces nuestro sueño estaría aún más completo.
Mientras miraba una de las pinturas, junto a Elsa, Shaun se me acercó, poniendo su brazo alrededor de mi cintura.
—¿Y? ¿Les gustaron?
—Están decentes —bromeó Elsa.
Ambos solían tratarse así siempre. Tenían el mismo sentido del humor irónico y pesado, pero se agradaban por eso.
—Me alegra que no seas crítica de arte.
—Yo creo que están muy buenas, en especial en las que esta mi rostro —bromeé.
Al menos la mitad de los cuadros de la exposición tenía mi rostro o cuerpo en ellos, pero las que no, también eran muy hermosas.
Yo sabía que mi novio tenía un gran talento y estaba muy orgullosa de eso.
Los tres reímos por mi comentario y Shaun me dio un pequeño beso en los labios para ver la siguiente pintura, la cual era la de una playa en una puesta de sol y en medio del mar se podía apreciar un gran crucero de lujo.
FIN
¡Holis!
Ahora sí, el final de esta historia, la cual empecé hace mucho tiempo, pero dejé al primer capítulo (y no es broma) y la retome un día pensando que no la terminaría..., pero lo hice y en menos de un mes.
No es una historia muy compleja, ni tampoco creo que sea la mejor que haya escrito, pero espero que al menos les haya divertido <3
Aprovecho para comentarles que últimamente he estado más activa en Twitter. Así que si tienen, vayan a seguirme, me encuentran como: torig_magic
¡Muchas gracias por todo su apoyo! ¡Los quiero mucho! ¡Besitos!
ESTÁS LEYENDO
¡Vamos a un Crucero!
RomanceLisa es chef en un restaurante cinco estrellas y, junto con su mejor amiga Elsa, quieren ampliar sus horizontes trabajando en un crucero de lujo. A sus planes se une su compañera de departamento, Amanda, a quien recientemente le rompieron el corazón...