—¡Está bien...! —aceptó. Yibo y FanXing suspiraron con alivio por dentro, al parecer lo habían convencido— Pero yo los llevaré...— lo anterior no era tan bueno, puesto que no iban a hacer ninguna tarea.
—¿Qué? ¿A dónde? —cuestionó Yibo.
—Al departamento de A-Xing, necesitan hacer su tarea, ¿No?
—Pero...
—¡Está bien! —FanXing interrumpió a Yibo y éste entendió que habría un cambio de planes. De cualquier forma, también podrían escaparse de la casa del menor.
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—En un rato pasaré por ti. Si aquí te dejo, es porque aquí te quiero encontrar— mencionó el pelinegro. Estaban en el estacionamiento del departamento de Fanxing que, por cierto, también era la casa de su novia.
—¡Agh! Sí, sí, entendido— respondió Yibo sin mirarlo a la cara y se apresuró a bajar del auto.
—Yibo...— él volvió a llamarlo.
—¿Ahora qué?— el peliazul volteó y entonces la conexión visual fue obligatoria.
—No quiero problemas— advirtió Zhan.
—Seguro...— después de decir eso, entró al edificio junto a Fanxing.
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—Tengo una gran duda, ¿cómo sabes cada vez que ellos dos van a verse?— Preguntó la castaña. Ziyi ya estaba unida a Yibo y Fanxing.
—LuLu le cuenta todo a Anke, mi habitación está al lado de su habitación y lo escucho todo— Respondió.
—Bien, ya es hora de irnos— Dijo Yibo. Todavía seguían en el departamento de los Xuan.
—Sí, pero antes tenemos que llamar a un taxi para que nos lleve, ese parque está lejos de aquí— Agregó Fanxing.
—¡Excelente idea!— Exclamó Ziyi— Pero recuerden que en términos de “pagar el taxi” ¡No tenemos dinero!
