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Después de 15 minutos más, entre pláticas, burlas y pequeñas peleas, ya habían llegado al colegio.
Con todo el ánimo y entusiasmo del mundo (sarcásticamente), se dirigieron a su primera clase. Aula 125 ética.... O bien, la asignatura más odiada por Yibo, pero quizás una de las más importantes.
No le parecía divertido escuchar sobre reglamentos, derechos, valores y obligaciones que deberían de practicar los chicos de su edad, añadiendo el rechazo hacía a la maestra que impartía la materia.
—¡Felicitaciones a todos aquellos que entregaron sus apuntes y proyectos en tiempo y forma!... y a los que no, pues ¡Lo siento mucho!— dijo la profesora. Todos, indiscretamente, voltearon a ver a los 4 alumnos del rincón, ya que era obvio que les hablaba a ellos.
—¿Por qué no eres directa?— cuestionó Yibo con todo el desagrado posible, mientras que se pasaba una mano por su cabello— es evidente que te refieres a nosotros.
—Se equivoca, joven Wang. No les dije específicamente a ustedes. Si le quedó el saco pues usted solito se lo puso— respondió la maestra.
—Deja de fingir, SuYin ¿Acaso hay alguien más que tenga la lista en blanco?— eso era verdad. El grupo en donde asignaron a Yibo era el más cumplido y el de mejor conducta, a excepción de él y sus amigos.
—Tienes razón— SuYin miró su lista— los espacios de ustedes: Wang Yibo, Song Jiyang, Meng Ziyi y Wang Zhou Cheng, son los únicos en blanco. Ellos tres por los menos tienen disciplina. Usted está peor, ni disciplina tiene ¿Qué puedo hacer yo al respecto?
—No te estoy exigiendo una calificación aprobatoria. Si repruebo o no me da igual. Simplemente, se directa con lo que dices— después de hablar le dedicó una irónica sonrisa forzada a su maestra.
—Bueno, lo consideraré. Si quieren, por lo menos, alcanzar los exámenes extraordinarios, entreguen sus apuntes mañana a primera hora— la maestra volvió a mirar su lista— ¿en dónde está tu novio Ji Li?
—No lo sé y si lo supiera no te lo diría. Tiene mejores cosas que hacer en lugar de estar aquí...
—Disculpe miss, está equivocada. Él es el novio de HaoXuan, no de Ji Li— mencionó el compañero informador, desde el fondo del salón.
—¡Nadie pidió tu opinión, infeliz!— reclamó Yibo molesto, no le gustaba que jugaran con su sexualidad.
—Cuidado con ese vocabulario. Si no lo controlas mandaré a traer de nuevo a MayLin— amenazó la profesora, esperando que el joven peliazul cerrara la boca. Solo le dio más razones para abrirla.
—Mira, SuYin. Haz lo que quieras, de todos modos no me interesa, ambas son unas estúpidas.
—¡Fuera de mi clase, Wang Yibo!— señaló la puerta— ¡Vete y no entrarás hasta nuevo aviso!
