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La idea de iolar a Yibo sí le pasó por la mente...
“Alto, Alto, Alto, si lo haces de esa manera terminarás en graves problemas” Argumentó el lado sano de su conciencia.
“¿Qué ganarías haciendo eso? Suena mejor la idea de conquistarlo y manipularlo para que él solo le dé una patada en el trasero a Xiao, eso acabaría con él.”
Bajó el cuerpo inconsciente de Yibo al suelo, y no para complacer sus instintos de hombre, sino porque esas fueron las indicaciones que LuLu le había dado.
El celular de Dylan marcó una llamada entrante, hasta la misma vibración indicaba que debía contestar con urgencia.
—¿Ahora qué, LuLu? Ya vienes en camino, ¿cierto?
—Dylan, hay un cambio de planes. ¡Vete de ahí! ¡pronto!—advirtió la rubia por teléfono.
—¿Qué? ¿Por qué?
—No puedo darte explicaciones ahora. ¡Vete pronto! ¡Ya van para allá! ¡Te mandaré mi ubicación por mensaje!
—¿Y qué hago con el niño?— preguntó él.
—¡No seas baboso, Dylan! ¡llévalo contigo! ¡Y de una vez te advierto que no te atrevas a llegar sin él!— luego de eso, LuLu se salió de la línea.
—Maldita vieja amargada, por eso nadie te quiere, Xuan. Pero como siempre, aquí me tienes como tú perro fiel.
Caminó al convertible y abrió la puerta para volver a acomodar al menor.
—¡Aleja tus asquerosas manos de él, pedazo de mierda mal hecha!
⸙˻ ✦╰┄┄┄┄ ⋯ ┄┄┄┄ ⋯ ┈ ╮ ☁︎𓄹멋진
Anke había escuchado parte de la conversación entre LuLu y Dylan, en sí, solo escuchó las contestaciones de la castaña, pero eso le fue suficiente para guiar a los demás hacía el convertible rojo.
Claro que FanXing, el hermano de LuLu, también fue de ayuda.
No podían acercarse sin planear ninguna estrategia, necesitaban una travesura útil y los amigos de Yibo eran expertos en esas cosas.
Cuando encontraron el paradero del auto de Dylan, Zhan insistió en ser el primero en acercarse y no dejo que alguien más se acercara con él.
Lo que sus ojos vieron lo hizo hervir en furia, aún sin saber el contexto.
Las manos de su peor enemigo estaban sobre el cuerpo del chico que le gustaba.
—¡Aleja tus asquerosas manos de él, pedazo de mierda mal hecha!
Dylan se levantó del suelo, tomó valentía y se acercó a Zhan con una expresión burlona.
—¡Zhan! ¡Que sorpresa! Desearía que hubieras venido antes, hubieras sido testigo de lo bien que la pasamos— Mintió. La mandíbula de Zhan se tornó tensa, tenía ganas de golpear a Dylan hasta que sus manos de deshicieran.
