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—¡Ya basta Cheng! Tú mismo lo dijiste. Aún no ha pasado nada!— Mencionó HaoXuan golpeando amistosamente la espalda del ojiazul.
—Nada de lo que nos contaste es tu culpa— Aseguró JiYang.
—¿Tengo que decírselo...?— Sacudió la cabeza —¡Tengo que decírselo!— Al principio lo dudó, un segundo después sus palabras se expresaron con demasiada seguridad.
Cheng soltó el envase del refresco de manzana y se levantó decidido, pero sin dar ningún paso se terminó sentando otra vez.
—FanXing no tiene que saberlo. Tú no has hecho nada malo, así que no tienes porque sentir culpabilidad— Opinó JiLi.
—¿FanXing no tiene que saber qué?
Los cuatro se congelaron. Por impacto ninguno midió el volúmen de sus voces, así que todo mundo pudo haberlos oído, incluso FanXing. Escucharon un tono de voz grueso y sus cabezas no fueron capaces de reaccionar. FanXing, Yibo y Ziyi tenían una voz más dulce.
—¡Ah! ¡Son Ustedes!— HaoXuan suspiró aliviado, retirando sus rastros de sudor imaginario
—¿Te encuentras bien?— Le dijo HaiKuan al ojiazul, quién se veía aterrado y decaído, como si estuviera enfermo.
—No me respondieron ¿Qué es eso que A-Xing no tiene que saber?— Insistió Zhan.
—ZhuoCheng quiere con alguien que no es FanXing— JiYang elaboró un gran resúmen de lo que llevaban hablando por horas, pero todo lo relató al revés.
—¡No es cierto!— gritó Zhuo—¡Es ella la que me acosa!— Aclaró.
—¿De que chica están hablando?— Cuestionó el pelinegro otra vez
—¿Tú de quién creés? De esa víbora sucia con pies y manos, esa chica que odia a mi novio— Declaró HaoXuan molesto.
—¿YangZi? Espera un momento... ¿Tu qué...?— Respondió Zhan, amenazándolo con su ceja izquierda.
Cuando HaoXuan usaba el término “mi novio” se refería a Yibo, así lo llamaba en especial cuando cruzaba la palabra con el peligro.
—Tu novio, mi novio, nuestro novio— Continúo HaoXuan sin mirar los de Zhan qué decían: “Voy a matarte”.
—¡Dejen sus patéticos celos a un lado, lo importante es que esa bruja se quiere comer a mi amigo!— Finalizó JiLi.
—No tengo ni la menor idea de lo que sea que trama YangZi. ¿Ella hizo algo más?— Zhan miró a ZhuoCheng.
—Xiao, tú eres el único que nunca entiende los problemas. No sé que maldición traes contigo ¿Por qué siempre te consigues a puras locas?— Agregó HaiKuan —Excluyendo a mi hermano, YuChen y al niño Yibo, por supuesto.
—Yibo no es muy normal que digamos— Afirmó JiYang —Pero él es uno de esos locos de los buenos y además es nuestro amigo.
—Si él no ha hecho nada malo, no tiene nada de que temer— El pelinegro regresó al tema anterior.
