«025»

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Yibo seguía inconsciente en los asientos traseros del convertible rojo y Dylan se movía de izquierda a derecha, escuchando la contestadora de LuLu

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Yibo seguía inconsciente en los asientos traseros del convertible rojo y Dylan se movía de izquierda a derecha, escuchando la contestadora de LuLu.

“Hola, soy Lu. Por el momento no puedo contestar, deja tu mensaje”

Volvió a presionar la tecla de finalizar llamada  y decidió escribirle otro mensaje.

¿En dónde demonios estás? ¿Si sabes que esa cosa que le inyectaste a la lata no durará para toda la vida, verdad? ¡Aparece pronto, Xuan!

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Anke y LuLu estaban sentadas el suelo de su habitación jugando con un tablero de ajedrez.

Anke había hecho de todo para que LuLu superara su ruptura con Zhan, ella pensaba que las cosas habían fluido con normalidad ya que su amiga no le había hablado sobre el tema.

LuLu, de un día para otro, dejó de contarle sus cosas personales a Anke y esta pensó que se debía a que estaba asimilando y aceptando la realidad... Sí, claro ¡Qué ilusa!

Durante el juego de mesa, LuLu recibía cientos de llamadas telefónicas y mensajes de texto, ella solo se asomaba a la pantalla y no hacía nada más.

Anke comenzó a sospechar que algo le sucedía cuando LuLu comenzó a actuar con ansiedad ante el último mensaje recibido, temblaba y se comía las uñas de las manos, cosas que Xuan Lu nunca se permitía.

—Espérame un momento— Xuan tomó el celular y fue a encerrarse al baño.

Anke se acercó de puntitas a la puerta y pegó su oído para escuchar lo que hablaba.

Estaba con Anke, lo siento... ¿Ya hiciste lo que te pedí? Quédate ahí, ahora mismo saldré para allá

Obviamente estaba hablando con uno de sus pretendientes de preparatoria, Dylan Jones, nunca fue lo suficiente para LuLu en el sentido del amor, pero como cómplice sí.

LuLu siempre lograba manipularlo, al final los dos tenían el alma podrida.

—LuLu, te quiero mucho... Espero y puedas perdonarme—susurró Anke.

Se salió de la habitación y se recargó en la puerta, buscó entre la decoración del hotel y tomó un palillo de madera, lo arrancó entre la cerradura de la habitación para que LuLu no pudiera salir.

Tenía claro que su seguridad duraría por mucho 10 minutos, pero en 10 minutos ella podía salvar a alguien.

Zhan, es urgente que te vea ahora.... Yo sé en dónde está

Buscó el contacto entre la lista que pocas veces usaba y envío el texto.

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—Aún no puedo creer que Anke haya dicho eso— mencionó Haikuan.

—No conozco a esa chica, pero para mí nos están viendo la cara de idiotas— Opinó HaoXuan.

—Eso puede ser verdad, en este momento ya estaríamos más cerca de Yibo— dijo Zhuo Cheng.

—Sí, y ya le hubiéramos roto los dientes a quién se lo llevó— añadió Ji Li.

—¡Jaja! ¡Por supuesto!— se burló la castaña, Ziyi— Les recuerdo que no sabemos en dónde está y con el cerebro que se cargan podríamos llegar hasta Roma, pero nunca hacia Yibo.

—¡Jaja! ¡Me gusta tu sentido de humor!— admitió Haikuan hacia la castaña.

—¡Gracias!— ambos intercambiaron de esas pícaras, miraditas coquetas.

—¡Haikuan!— Zhan lo codeó y este hizo una expresión de “Ya, ya me calmo

—¿Y por qué piensan que esa tipa nos habla con la verdad?—preguntó Jiyang.

—Anke no tiene motivos para mentirme y sé que no lo hizo por Bo, lo hizo por Xuan— respondió Zhan.

—Esto me suena a enamoramiento lésbico— continuó JiYang.

—¡JiYang, ya basta!— dijo la castaña.

—No es el único que ha pensado eso— agregó Haikuan.

—¡Fue suficiente! no vamos a discutir cuál es la orientación de Sunk.

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Dylan continúo esperando a la castaña, pero al mismo tiempo vigilaba a Yibo. Considerando que el peliazul era inquieto y que solo estaba bajo el efecto de una mezcla de tranquilizantes y jarabe nocturno para la tos.

Observó al chico recostado, su pecho se expandía y se contraía debido a su respiración.

—Por lo menos tienes buenos gustos, Xiao. Tú te tiraste a cada una de las chicas que me gustaban ¿Qué pasará si intercambiamos papeles y, en esta ocasión yo me quedo con este niño?— sonrió perversamente mordiendo sus labios.

 Tú te tiraste a cada una de las chicas que me gustaban ¿Qué pasará si intercambiamos papeles y, en esta ocasión yo me quedo con este niño?— sonrió perversamente mordiendo sus labios

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𝐓𝐡𝐞 𝐁𝐚𝐛𝐲𝐬𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫|| 𝚉𝚑𝚊𝚗𝚈𝚒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora