𝐓𝐡𝐞 𝐁𝐚𝐛𝐲𝐬𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫|| 𝚉𝚑𝚊𝚗𝚈𝚒

«029»

ᑭᗴᑎᑌ́ᒪTIᗰO

A veces, la ira hace que las cosas parezcan más fáciles de lo normal, por ejemplo: Disparar.

La bala logró ser esquivada, al menos por todos los importantes en la historia.

Anke, ante la amenaza de su mejor amiga, se movió y caminó a su costado.
En cambio, Fanxing, siguió en su plan y no se movió de lugar. El tono verdoso de los ojos de LuLu se volvió un poco amarillento, mostrando que se quemaba por dentro.

Anke distinguía la forma en que pensaba, reconocía las expresiones en su cara.
LuLu tragó saliva. Al mismo tiempo que disparó, Anke se lanzó hacia ella, le arrebató la pistola y cambió el rumbo de la bala.

LuLu apretó el tieso gatillo del arma, se escuchó un estruendo que dejó helados a todos los presentes, seguido de ello también se escuchó el crujido de una ventana de vidrio y los pedazos de cristal desechos en el suelo.

Pésima puntería LuLu.

Todos le temían a la pistola, sin importar que la persona que manejaba el arma era más peligrosa que esta misma.

¿Y Lulu?

¡Por favor!

Lu era la chica tipo: “Antes muerta que sencilla”

¿Por qué de un segundo a otro se convertiría en una experta en encontrar la puntería correcta para disparar un arma?

Estaba enferma de la cabeza. Tristemente eso, en lugar de aumentar, le quitaba inteligencia, añadiendo el devastador empujoncito de Anke.

Zhan suspiró agradecido, seguía controlando el ritmo de su respiración.

De forma indirecta fue el causante de todo, su estómago permaneció revuelto y apretó con más detalle la mano que tenía sujetada la mano de Yibo, quien se encontraba igual o un tanto peor que él, el peliazul no sentía nada reconocible.

—¿Anke? ¡Maldita sea! ¿Por qué lo hiciste? ¡Devuélveme eso! —gritó, lloró y demás. Su rostro estaba totalmente colorado, parecía un ser mítico ardiendo en las llamas del infierno y la rabia

La rubia, Anke, no alcanzó a dar una explicación para que su amiga no terminara odiándola de por vida.

Los guardias de seguridad del hotel se hicieron presentes, como de costumbre hasta el final del espectáculo, y no dejaron que alguien más se encargará de lo sucedido.

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—¿Pero está todo bien? Okay, lo entiendo, gracias por avisarme, por favor mantenme al tanto de lo demás que pase...

Por la tarde, (Su viaje de regreso a la ciudad sería de noche, por lo tanto, aún seguían en el hotel), Yibo estaba sentado en el piso de su recámara acomodando, más bien, aventando algunas cosas en su maleta, escuchando atentamente como Zhan hablaba por teléfono desde el baño.

—¿Qué pasó con ella?— Preguntó, cuando Zhan salió del baño y se tiró a un lado del menor.

—Quédate tranquilo. Cumplirá su sentencia en una clínica psiquiátrica— informó

—No me refiero solo a eso, algo muy feo tuvo que haberle pasado, Lu no es como es por nada— insistió el peliazul.

—Ella nunca quiso hablar conmigo sobre su vida privada, fue algo que siempre respeté— se encogió de hombros— BoDi, no vamos a ponernos a hablar sobre mi exnovia ¿O sí?

—Tienes razón, eso sería tedioso— siguió metiendo sin orden la ropa a la maleta.

—Okay, hablando de vida familiar ¿No extrañas a tus padres?... ¿al menos un poquito? —interrogó el pelinegro.

—¿Extrañarlos...?— Yibo, por un segundo lo pensó, pero terminó negando con la cabeza— Así como tal es el significado de la palabra no, solo que Yibo no es Yibo sin buscar peleas con Chun.

—Bo, eso es extrañar— dijo Zhan.

—No los extraño a ellos, digamos que extraño discutir con ellos, no es lo mismo— siguió necio.

—Pero ¿Alguna vez consideraste llamarlos Mamá y papá?

—¡Jaja! ¡Por favor! Crecí de oficina en oficina, todo el tiempo escuchaba: Chun por acá, Maylin por allá y, así me acostumbré a nombrarlos a mi estilo “Al estilo Yibo”.

—El día en que te conocí, fue el mismo día en que la paz desapareció de mi vida, eres tan raro. “El estilo Yibo” me enloquece, me saca de quicio y me saca de mis casillas, pero también me gusta, me encanta— El tono de voz de Zhan, al decir lo anterior, fue tan tranquilo que le transmito comodidad.

Yibo sonrió

—Bien por ti... Idiota.