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—¿Kuan? ¿Puedes repetirme la razón por la que estamos aquí?— Preguntó Xiao Zhan.
—¡Sí, claro! ¿Por qué no?— Sonrió sarcástico —Todavía no lo aceptas, pero los dos sabemos que tuviste un absurdo ataque de celos. Te dije por más de mil veces que esto era una locura, pero tú y esos niños insistieron en venir y bueno, pues ahora ya estamos aquí— Respondió.
Estaban en medio de una de las plazas comerciales de la ciudad, ejecutando su espionaje frente a una heladería. Gracias a sus contactos en Instagram, sabían que Yibo, YuZe y Ziyi estaban ahí.
—¡Relájate!... Nosotros solo somos unos chicos increíbles y por eso estamos cuidando lo nuestro— Agregó HaoXuan sin despegar el ojo de la puerta de la tienda de helados.
—¿Lo nuestro?— Repitió Zhan y, con sorpresa, levantó sus cejas fruncidas. HaiKuan se carcajeó al verlo actuar nuevamente por impulso, según él.
—Sí... es decir, lo que es tuyo y mío por supuesto— Continuó HaoXuan.
—Ya deja de pensar con eso que te cuelga abajo y mejor piensa con la cabeza— Sugirió Kuan —En mi opinión, ellos tienen derecho a salir con sus otros amigos.
—No estamos haciendo nada malo— Se convenció JiLi.
—¿Nada malo?— Cuestionó JiYang irónicamente, quién a fuerzas estaba ahí —Si nos descubren, nos enfrentaremos a la furia de los tacones de Ziyi y Bo nos matará, nos revivirá y volverá a matarnos. Si están tomando eso en cuenta, ¿verdad?
⸙˻ ✦╰┄┄┄┄ ⋯ ┄┄┄┄ ⋯ ┈ ╮ ☁︎𓄹멋진
—¡YuZe!— Gritó el peli-azul—Por favor deja de llamarme “Julieta Oscura”
—¡Jaja! Ese nombre te quedó perfecto. Romeo y Julieta provienen de una novela romántica, en cambio, la tuya es una historia pervertida, por eso yo mismo le agregué “oscura”— Insistió el chico.
—No somos unos pervertidos, ¿verdad que no, Ziyi?— Volteó a ver a la pelirroja, la cuál en lugar de hablar, bebió de su batido helado —¿Sabés qué? ¡Mejor no digas nada!
—¡Pero si no pensaba decir nada!— Protestó.
—Estás en una extraña, pervertida y tóxica relación con un chico que, por cierto, aún no conozco y punto final— Concluyó YuZe.
—El tiene razón, mi Julietita sucia— Dijo Ziyi.
—No soy una chica— refunfuñó Yibo con el ceño fruncido, pero fui completamente ignorado por sus amigos.
—Hey, ¿ustedes conocen alguna de esas cinco cabezas?— Preguntó. Fuera de la heladería, en el jardín, había una línea de altos árboles florales, justo ahí, a un lado de los tallos de árbol, estaban esos cinco rostros con gafas oscuras.
