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“Oh, Ziyi, tendrás que cuidar muy bien a mi Yibo de ahora en adelante.” ... Por tal razón, en menos de una hora, la pelirroja terminó en casa de los Xiao
—Si es una niña, ¿cómo crees que será? ¿Crees que con ella pagarás todas las maldades que les has hecho a tus papás?— Sonrió divertida, pero cada intento de su parte era un caso perdido. Ningúno de sus propósitos tenía el efecto deseado. De ninguna manera conseguía mejorar la expresión de Yibo.
El de cabello azul permaneció totalmente impasible, haciendo circulos imaginarios en su vientre. Podía jurar que ya comenzaba a sentir pequeñas pataditas por dentro, pero solo eran alucinaciones suyas.
—Si es una niña será igual a mi... ¡Estoy en contra de una niña!—Respondió en cuanto pudo hacerlo.
—Si es un niño será igual de mujeriego que su padre... ¡Yo estoy en contra de un niño!— Replicó Ziyi— ¿Sabés? Sea lo que sea, será un bebé perfecto.
—Ziyi... Yo no quiero tener un bebé, todavía no estoy listo. ¡Te imaginas! ¿Qué clase de vida podré darle a un hijo? —Continuó.
—Eso debiste pensar antes de comerte todas las manzanas.— Agregó la pelirroja.
Yibo ya se sentía el peor padre del mundo, a pesar de que aún no iniciaba la verdadera etapa de la maternidad y siguió diciéndole a Ziyi las razones por las cuáles jamás podría ser un buen progenitor.
Chun y MayLin tuvieron un viaje de tres días, por lo que Yibo estaba instalado en casa de su madrina. Lian entró a la habitación de la madre de su futuro nieto y le dejó bastante comida, sin importar si el menor no tenía ganas de comer, también le dejó un frasco con tabletas de ácido fólico, vitaminas y revistas/folletos para ayudarla a comprender las etapas del embarazo.
Yibo agarró una revista. Al principio pasó de hoja a hoja, procesando la información que le ofrecían las ilustraciones, después se concentró en una lectura. La pelirroja agarró un folleto, ella también debía aprender a ser una buena tía.
Un periódico se coló entre las cosas que Lian llevó. En la portada con una letra negra y grande podía leerse: “Niña de cinco años presume a su padre doncel prostituta y dice que él es su modelo a seguir.” Por obvias razones, no leyó el artículo, pero eso no impidió que sus preocupaciones se multiplicaran por sí solas. ¿Hasta que punto llegan las madres?
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Cuando Zhan llegó a casa, fue muy bien recibido por su madre; con un emotivo “felicidades.” Lian nunca le hacía una de esas fiestecitas cuando regresaba a casa. Su extrañeza continuó al atravesar la sala, los amigos de Yibo estaban ahí; incluso Deshi, su hermano, estaba ahí.
—¡Hijo apresurate!— Lian los apresuró por su propia cuenta y luego lo sentó junto al peliazul— A-Zhan, ¿qué opinas de esto?— Del montón de cosas para bebés que tenía en una de las esquinas del sofá, tomó un pequeño vestido de color rosa pálido.
