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Cuando estás con la persona indicada, las horas se pasan volando; más rápido que un abrir y cerrar de ojos

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Cuando estás con la persona indicada, las horas se pasan volando; más rápido que un abrir y cerrar de ojos.
Eso pasaba con frecuencia cuando se trataba de Wang Yibo y Xiao Zhan.

Aparentemente los acontecimientos estaban dentro de una burbuja de paz, pero aquella serenidad no era compatible con la profunda mentalidad de Yibo. La conversación que surgió cuando estaba con sus amigos, le había dejado muchas cosas en que pensar y tenía su propio método para solucionar sus dudas existenciales.

—ZhanGe, ¿puedo preguntarte algo?— Murmuró el de cabello azulado— Es una cosa insignificante...— Aclaró enseguida.

—Claro, ¿qué sucede?— Esperó atentamente, dispuesto a escuchar cada cosa que su novio tuviera que decir.

—ZhanGe... ¿Tú ves porno?— Preguntó con esa tierna y espontánea inocencia. La misma actitud que tenía siempre que le preguntaba cosas similares.

—¿Qué?... Creo que no entendí muy bien lo que quisiste decir— El pelinegro permaneció impasible y sin mencionar ninguna palabra durante unos segundos, luego comenzó a reír— ¿Qué es lo que ha estado dando vueltas por tu cabeza en estos días?

—En realidad no puedo y ahora creo que ni quiero decirlo libremente... ¿Te gusta el sexo?— Él volvió a interrogar y el pelinegro volvió a reírse entre nervios.

—Me estoy dando cuenta de que esto ya no es normal—  Controló su risa incómoda y medio frunció el ceño para tomar con seriedad el asunto— ¿A qué respuesta quieres llegar, Wang Yibo?

—¡No contestaste mi pregunta!

—No voy a contestar eso. Pienso que todas las personas tienen diferentes perspectivas sobre el sexo— Se encogió de hombros— ¿Sabes...? Es raro que estemos hablando de esto.

—Yo no quiero tener sexo contigo...— Yibo comentó avergonzado. A causa de la tensión generada, su boca no tardó en llenarse de palabras y empezó a decir cosas sin ninguna coherencia— Quiero decir; no ahora, tampoco me refiero a que nunca pase, pero no me muero porque pase... Creo que estoy balbuceando tonterías— Concluyó al darse cuenta que nada de lo que decía tenía sentido.

—No estoy contigo con esas intenciones— Respondió. Y no mentía, esa situación ni siquiera se le había cruzado por la mente— ¿Qué es lo que te incomoda?

—Bien, escúchame. Tú ya has roto a otras flores, pero mi flor nunca ha sido rota...— Mencionó haciendo una gran diversidad de señas, queriendo dar a entender su mensaje como si estuviera hablando con una persona sordomuda.

—El sexo es una experiencia que la mayoría desperdicia— Explicó el pelinegro.

—¿Cómo? ¿Tú la desperdiciaste?

—Esa experiencia está en tus manos. Solo tú podrás decidir en que momento la quieres vivir y a su debido tiempo reconocerás a la persona que recibirá semejante regalo— Guardó silencio, él sentía que algo faltaba en su discurso— Aunque no sobra decir que si algún día quieres romper tu flor, y si tú me consideras digno de tí, a mí me encantaría hacerlo por tí...

𝐓𝐡𝐞 𝐁𝐚𝐛𝐲𝐬𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫|| 𝚉𝚑𝚊𝚗𝚈𝚒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora