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Yibo estaba acostado en su cama, los destellos de colores de una lámpara LED le daban a su habitación un toque más tenue. Era una tarde lluviosa y el clima no se veía animoso. Zhan había conseguido un trabajo en una de las empresas de las cuales su padre era socio. Yibo agradecía que la señal del Wi-Fi de su casa estuviera funcionando sin problemas, así podía tener un videochat con su novio.
—¡No fue divertido! Estuve todo el día rodeado de mujeres a medio vestir— Mencionó el pelinegro
—Espera un momento... Yo pensé que estabas trabajando en una agencia de videojuegos, no en un prostíbulo— Contestó el menor.
—¡JAJA! No es así. Supongo que todos percibimos la palabra “formal” de diferente manera— Explicó.
—¿Y eran lindas?
—Si con "lindas" te refieres a plásticas, entonces sí, sí lo eran. Estoy seguro de que podrían seducir a cualquier hombre— Agregó, se divertía observando la indignación de su novio.
—Bueno...— Yibo rodó los ojos con pezades —Espero que tengas suerte encontrando a tu asistonta— estaba listo para terminar la llamada.
—¡Estaba bromeando!... Quería verte para liberar mi estrés, pero cometí un error, contigo se incrementa mi estrés— El pelinegro quería algo más y sabía como conseguir eso que buscaba.
—¿Qué estás tratando de insinuar, Xiao? ¿Crees qué solo puedo provocarte estrés?
—No lo sé, tú dime.
—¡Okay! Ya te entendí... Entonces comenzaré quitándome esto— Lentamente desató el cordón que le daba mantenimiento a su bata para dormir, la pantalla del teléfono fue iluminando el encaje de los bordes del escote de la camiseta del menor.
¡Alto ahí!... No iban a convertir su vídeollamada en una sesión de sexo virtual. Wang solo quería verse sensual y coqueto para Zhan, técnicamente él le provocó y quería demostrar que su presencia no solamemte provocaba estrés.
—¡Zhan! ¡Te estamos esperando!— El rostro de HaiKuan se asomó por la pantalla, en la habitación del pelinegro. Ambos cubrieron las cámaras frontales de sus teléfonos —¡Disculpé usted, niño Wang, pero me robaré al idiota por unas horas!
—Lo lamento, olvidé que estaba en una competencia de Mario Bros con Haikuan y Deshi.
—No hay problema, ve con ellos... ¡KuanGe, el idiota es todo tuyo!— Bromeó el menor.
—¡Hola, pequeño!— Deshi también se metió en la situación —No te preocupes por ZhanZhan, él está pensando todo el tiempo en ti, aún cuándo juega viedeo juegos ¡Lo cuidaré de Hai!
—¡Deshi, ya basta!— Replicó Zhan.
—¡Gracias por eso, Desh!— Yibo sonrió.
—Estarás bien— Volvió a decir el pelinegro.
—Sí, los papás de Ziyi no han de tardar en traerla, se quedará unos días en mi casa.
—Okay, te llamaré después.
—¡Ya fue suficiente, par de tortolos!— Eso fue muy comprensible por parte de HaiKuan, antes de cortar la llamada.
Después, MayLin tocó la puerta de la habitación, poco a poco fue entrando un chico de cabello castaño claro, casi tirando a dorado.
—¡YuZe!
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