Nacimiento de los gemelos.
Me despierto sobresaltada sintiendo algo mojar mis piernas, trato de sentarme lo más rápido posible pero con mi abdomen inflamado se me hace muy difícil, cuando por fin lo logró, observó la humedad en la cama y una que otra mancha de sangré, respiro con calma cuando siento una contracción llegar, miro a Bruno dormido profundamente dándome la espalda.
Me debato entre si despertarlo o esperar que las contracciones se han un poco más fuerte, me decido por la primera, estiró lentamente mi brazo sintiendo el dolor en mi vientre y tocó su hombro pero nada no se despierta.
-Bruno -Susurro -Bruno, despierta cariño - lo muevo un poco.
-Mmmh, amor déjame dormír - Gruñe.
-Necesito que despiertes ya.
- Te prometo que mañana seguimos -Promete- pero en serio necesito dormir.
Suspiro frustrada, se que hace menos de un hora que nos quedamos dormido, desde que mi abdomen comenzó a creer y mis hormonas a enloquecer he estado un poco exigente con respecto al sexo, pero tampoco es como que vea que él se disguste.
Trato de no gritar cuando una fuerte contraccion llega haciendo puño mi mano izquierda, mi cabeza se hecha hacia atrás reteniendo las lágrimas.
-Bruno Alexander Sokolov - Gruño enojada - Será mejor que muevas tu trasero de esa cama ahora mismo - lo veo levantarse de un salto, para mirarme con los ojos entrecerrados del sueño.
-Que sucede Ev - Pregunta bostezando y restregando un párpado.
- Esto sucede - Señalo mi vientre y la cama - he tenido dos contracciones en menos de cinco minutos.
-¿Qué?, ¿cómo es eso posible....?, Ahorita estábas bien - me mira asustado.
-Calmate - Ruedo los ojos y la vez con ternura - la doctora dijo que esto podía pasar, así que.... -paro al sentir otra contracción, respiro profundo - toma las maletas de los bebé y vamos al hospital.
Asiente sin más, pero se queda en el mismo lugar sin hacer nada, trueno mis dedos haciendo que reaccioné, y sale de la habitación hasta la que será de los bebés.
Al regresar, toma una camisa del armario y se la coloca rápidamente para acercarse hasta a mí y ayudarme a levantar de la cama, cuando siento mis piernas estirar siento un fuerte jalón en mi entrepiernas que hace que entierre mis uñas en su mano y gruña de dolor, sonrió temblorosa y comenzamos a caminar despacio hasta salir de la habitación.
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Al llegar a la clínica me colocan en una silla de ruedas para enviarme a una habitación dónde mi doctora me revisara y me dirá si ya he dilatado lo suficiente o no. Y espero que ya lo este porque desde el camino en el auto hasta acá los dolores han Sido mucho más intensos.
Bruno está a mi lado, se nota asustado y no es para menos, el pobre a aguantado en silencio mis gritos y maldiciones a su pene, está sentado en la silla junto a la camilla y tiene tomada mi mano dándole suaves caricias.
—Lo siento tanto Amor — me mira triste — no debi embarazarte — lo miro soltando una lágrima.
—Shh cariño no es tu culpa— le sonrió con un poco de dolor — discúlpame tu a mí, jamás me arrepentiría de esto — me suelto de su mano para tomar su rostro.
—si pudiera cargar yo con ese dolor lo haría sin pensar — mira mi abdomen — me duele tanto verte así, debiste dejar que te pusieran la inyección.
—esta bien, estoy bien tranquilo — Susurro—. Quiero sentir el dolor de mis bebés queriendo salir al mundo, todo estará bien.
Ciertamente pude aceptar colocarme la inyección pero eso sería no experimentar el dolor de traer un hijo al mundo o bueno en este caso dos. Jamás me arrepentiré de todo esto, es lo más maravilloso del mundo y más cuando pueda ver a mis pequeños.
Una hora después la doctora regresa, para tocar mi pelvis y decirme que ya estoy lista, así que le pide a Bruno que vaya con la enfermera para que lo prepare mientras a mí me envían a la sala de parto.
Al estar todo listo, la doctora me pide que no puje hasta que le ordene y que trate de tomar grandes respiraciones, asiento mordiendo mi labio inferior de dolor, observó a Bruno llegar junto a mi y tomar mi mano para luego besar mi frente.
—Bien comencemos — se sienta — a la cuenta de tres..... 1...2 y 3 ¡puja!.
Lo hago con todas mis fuerzas sintiendo que el dolor se hace más grande y mis lágrimas bañar mis mejillas.
—Muy bien Eva, tranquila respira — habla — otra vez 1....2 y 3 ¡Puja! vamos Eva puja fuerte.
Lo hago soltando un grito y sintiendo el apretón en las manos de Bruno, no se cuánto tiempo pasa hasta que escucho el primer llanto y una sonrisa sale de mis labios con un suspiro de alivio.
Una de las enfermeras, lo envuelve en una manta y se lo entrega a Bruno, que al llegar a mi me lo pasa sosteniendo su cabecita con una delicadeza que me desarma, es tan pequeño mi primer frijolito es un niño muy hermoso, paso la mano por su cabello sucio y beso su frente, para sentir de nuevo un fuerte dolor en el entrepierna.
Se lo entrego rápidamente, para escuchar de nuevo las órdenes de la doctora y pedirme que puje, cosa que hago con la poca fuerza que me queda.
Nadie dijo que tener un hijo fuera fácil, menos tener que traer dos al mundo.
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Estoy siendo revisada por una de las enfermeras en la habitación, me siento agotada físicamente pero espiritualmente eufórica, deseo tanto tener a mis bebés aquí ya. La doctora luego de que nacieron pidió llevarlos a la sala de pediatría para que lo revisaran y todo estuviera bien. Cierro un momento los ojos colocando la cabeza en la camilla, los ojos me pesan pero trato de relajar solo la mente y mi cuerpo sin llegar a quedarme dormida pero siento que fracaso cayendo poco a poco a los brazos de Morfeo.
Una hora después me despierto poco a poco sintiendo el dolor en mi entrepiernas, la doctora me pidió que hablara lo menos posible por qué podría agarrar gases y doler más mi cuerpo. Me siento un poco apoyándome de mis manos y observó toda la habitación deteniendome a mi izquierda donde veo a Bruno dormido en el sofá con uno de los bebés en su pecho, por la manta es nuestra princesa.
—Bruno, cariño —lo llamo sin alzar la voz.
Gruñe algo intendible, sonrió enternecida el pobre ha de estar agotado, tiene las marcas de mis uñas en una de sus manos por el fuerte apretón que le di hace unas horas. Lo llamo de nuevo hasta verlo comenzar abrir sus ojos como puede, se levanta tomando a la pequeña entre sus brazos cosa que la hace ver aún más pequeña.
—Hola preciosa — susurra roncamente.
—Hola — le sonrió, para estirar mis brazos y tomar a la bebé.
—Es hermosa cierto? — La ve embobado — se parece mucho a tí, tiene tu nariz, tus cejas incluso la forma en que arruga su frente — la acaricia con su dedo índice.
—Carter se parece a ti — Digo volteando a ver a mi príncipe que está en la camita dónde los colocan — tiene tu color de cabello, es un mini tú — Río suave.
—Son perfectos — lo toma en brazos haciendo que mueva sus manitas y se lleve una a su boquita
No digo nada, solo disfruto este momento tan hermoso que el Destino nos ha dado junto a nuestro bebés y a Ethan, que sin duda también es mi hijo sin importar que o lo que haya pasado.
Son mi familia, y estoy orgullosa de lo que la vida me ha regalado.
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Pues bien 3/3 extras espero hayan disfrutado mucho la historia.
Gracias por su cariño.
Con amor Ros 🌺
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Amarte de Nuevo (Saga Destino #1)
ChickLitPara Eva nada ha sido facil, su vida dio un giro inesperado cuando sus padres fallecieron en un trágico accidente de coche, caer en depresión fue inevitable. cuando creyó que todo iría bien, solo se necesito un momento, unos segundo y fue encontrar...