Magos y Shinobis

25. Meji

“Tal vez, solo por una vez,
Se hará real.
Ya ves, que todo puede ser,
Solo depende de ti”

Solo depende de ti, Dragonfly 1992

Álbum: Domine

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Eran apenas las 10 a.m., cuando Kakashi llego a la entrada del pueblo. Meji era una zona semiurbana ubicada en los lindes de Konoha, era un poblado poco conocido, pero al quedar de paso de la carretera principal, era el lugar perfecto para tomar un refrigerio, descansar un par de horas en sus pequeñas aguas termales y seguir con tu camino.

Eran poco más de 10 edificios de dos pisos aglomerados alrededor de una plazoleta con un obelisco que tenía un reloj blanco de manecillas anchas con los números de las horas marcadas en un contrastante color negro.

Kakashi camino sin prisa hacia el edificio de aguas termales que ese encontraba junto al obelisco a un lado exacto de la pequeña posada de fachada tradicional. Era la tercera vez que Kakashi estaba en este pequeño pueblo, en sus dos visitas anteriores no paso más de dos horas en el lugar, puesto que, no lo necesitaba especialmente.

La primera vez, fue hace muchos años, en una misión de escolta, la joven a quien acompañaba decidió llegar a comer algo en la pequeña posada que tenía mesas en una terraza con vista al enorme reloj. No le importo especialmente que ella pareciera conocer el pueblo, asi que siguio a la chica, la vio beber su té y despedirse agradeciendo una vez que retomaron su camino.

La segunda vez fue hace poco más de dos años, Naruto recién se fue de Konoha con el Sanin Jiraiya y Sakura había iniciado su entrenamiento médico con Tsunade-sama y Shizune-sensei. En realidad, se había sentido un tanto mal por cómo estaba resultando su equipo y decidió tomar una misión larga para evitar pensamientos depresivos. Había llegado a Meji para comprar unas pocas cosas que en Konoha hubiera conseguido fácilmente, pero con las prisas de salir de ahí, había olvidado por completo.  

Ahora, en su tercera visita, notó que la gente del pueblo pululaba felizmente sin preocupaciones, había muy pocos ninjas a la vista y se notaba que el lugar era próspero y sin muchas complicaciones.

Llego a su destino y decidió que las apariencias serian mejores si fingía estar de paso para descansar que buscando algo en específico, así que entro en el Onsen*, un joven de no más de veinte años lo saludo con una amplia sonrisa bien estudiada de años de trabajo, estaba de pie detrás de una recepción de madera color caoba, acomodando unas cuantas flores de colores en un jarrón bajo, que contrastaban muy bien con la pintura color crema de las paredes.

-Buen día Shinobi-san, bienvenido al Onsen de Meji, desea un paquete sencillo de baño termal o tomara el paquete de reservaciones?

-Tomare la reservación de una noche -Kakashi sabía que su misión no era particularmente rápida -solo estoy de paso.

-Por supuesto shinobi-san, si me permite debo tomarle unos datos

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Habían pasado ya cinco horas desde que llego al pueblo, después de asearse en el Onsen, estuvo vagando un poco entre las tiendas, sin preguntar nada, pero escuchando los murmullos y vagas conversaciones a su alrededor.

Llego al final de la línea de paga del pequeño minisúper con un par de bebidas energéticas y otras cosas que tomo sin fijarse realmente si eran comestibles o no, no había nadie más en la fila cuando el cajero comenzó a empaquetar sus cosas y registrar los precios.