Magos y Shinobis

10. Voces

"Ahora estás frente a mi, veo el miedo en tu mirar.

Sientes lo que yo sentí, temes lo que pasará..."

Venganza, WarCry 2013

Álbum: Inmortal

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Dos días atrás Sakura había decidido quedarse en el Caldero Chorreante, las pociones que le dieron en San Mungo le provocaban un sopor tan fuerte que a veces caía dormida en cualquier parte, la primera vez gracias a los reflejos de Naruto no se había estrellado contra una mesa, la segunda vez no tuvo tanta suerte y se golpeó con una de las patas de la cama, se sentía mareada cada cierto tiempo, la infección ya había remitido pero la herida aun no cerraba completamente, Remus-san le explico que al no contar con magia, era imposible que algunas pociones funcionaran en ellos, pero Sakura aun así decidió probar suerte con los pequeños viales. Grande fue la sorpresa de todos al ver que al primer trago de una horrible poción purpura, la herida cerro casi a la mitad.

Remus-san estaba impactado, pidió hacerles unas cuantas pruebas, a las que Sasuke se negó por orgullo y Naruto por terror a las inyecciones, lo que la dejo a ella para ser conejillo de indias del hombre, no que se quejara, ya que él le permitió a su vez hacer sus propias pruebas.

Mucho Chakra desperdiciado, hechizos de todos los colores y unas buenas cinco horas después, ambos llegaron a la misma conclusión: No tenían ni idea de porque había funcionado la poción, además de eso, solo funciono la primera vez, ya que, al segundo trago la herida seguía igual y sin cambios de ningún tipo.

Teorías iban y venían, cada vez más fantasiosas, que si el Chakra era mutación de la magia, que si la magia era un Kekkei Genkai*, que sí el Chakra era hereditario, que si la magia podía convertir los metales en oro (con esa Remus se hecho a reír, pensando en la piedra filosofal, la que tres años atrás habían escondido en Hogwarts), total, no llegaron a ningún arreglo en las horas que estuvieron dedicándole a dicha investigación.

Cuando Sirius termino de hablar con el Director Dumbledore -casi al anochecer-, en su mirada había una resolución de su próximo movimiento, Sasuke no se veía particularmente feliz, pero Naruto estaba tan sonriente como de costumbre, así que no le dio mucha importancia.

A la mañana siguiente todos se fueron al ministerio de magia dejando a Sakura sola en la habitación leyendo uno de esos libros de fabulas que Sirius le había comprado para que se adaptara al idioma, pensar que una bruja podía convertirse en un conejito y controlar una seta para que hablara le parecía muy fantasioso, pero solo eran historias para los niños mágicos, la que si le pareció algo escalofriante fue la de los tres hermanos que hablaron con la muerte, tener los objetos de esa fabula sería increíble, al menos con la capa, pues a las demás no les veía el uso.

Paso toda la mañana leyendo, ya entrada la tarde se dio cuenta que no había bajado a comer nada y se levantó dispuesta a bajar a comer algo con los pocos galeones que le habían dejado en la mesita de noche.

No llego ni a la puerta cuando esta se abrió revelando a sus compañeros, los dos magos y un joven de anteojos, Sakura estaba a punto de saludar cuando sintió el escalofrío, algo brotaba de la cicatriz del muchacho, no podía verlo, pero si podía sentirlo y eso le helo la sangre, la presencia se sentía como algo malo, anormal, una aberración a la naturaleza.

Sasuke le dio una mirada de advertencia que claramente decía que hablarían de esto después, Naruto le sonrió y se encogió de hombros.