Magos y Shinobis

6. Planes

"No hay duda, ninguna, lo que está bien siempre estará.

Fiel hasta el final, a mi libertad."

Aquí Estaré, Avalanch 1999

Álbum: Llanto de un Héroe

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Seguía sentado en silencio, con sus dedos alrededor de una la taza de café pensando, solo pensando. Siempre vivió una vida infeliz, con un vacío en su interior, tuvo todo lo que cualquier niño podría pedir excepto lo más importante, amor y calor de hogar. En cambio, recibió humillaciones e insultos por parte de una madre horrible y un padre no mucho mejor.

En el suelo junto a él seguía la carta abierta, tenía ya un par de días huyendo hacia el norte, alejándose lo más posible de la civilización para tener libertad de usar magia, una semana atrás se topó con esos chicos extraños y generaron una extraña alianza.

Lo poco que el chico Sasuke le había contado eran historias de ninjas y renegados, sin ahondar en el tema, quizá porque aún no confiaba en él -no que el confiara en ellos tampoco-, solo de recordar esos ojos rojos, el chico le recordaba a Voldemort y con ello, todo el sufrimiento vivido por largos doce años.

Bueno, mejor no pensar es eso. Tomo la carta en sus manos y volvió a leerla lentamente, Albus Dumbledore le ofrecía protegerlo de los Dementores, ayudarle en su búsqueda de libertad y apoyarlo para regresar a la sociedad que una vez lo juzgo sin un juicio previo.

No estaba seguro como responder a esa carta, en primer lugar, él era parte de la orden antes de que el monstruo asesinara a dos de sus mejores amigos y dejara huérfano a su ahijado Harry, en segundo lugar, era un prófugo de la justicia y no tenía ningún lugar al cual ir.

Había jurado jamás regresar a casa de sus padres, su madre había gritado como loca y estuvo a punto de maldecirlo cuando salió por la puerta para no regresar, si no fuera por su hermano, quizá lo habría matado ahí mismo por la vergüenza que según ella le había llevado a su casa.

No volvió a saber nada de ellos hasta ese día, en la carta Albus le explicaba que su hermano Regulus había desaparecido un par de años después que el fuera llevado a prisión, su madre al perder a su segundo hijo había perdido totalmente la razón y se encerró en su cuarto sin comer ni dormir por días; cuando lograron sacarla de la habitación, la internaron en el hospital y no volvió a salir de ahí hasta el día de su muerte dos años atrás.

Estaba consiente que él no deseaba regresar al lugar, pero era el único sitio en el que no lo buscarían sabiendo que había roto lazos con su familia, podría esconderlo con el encantamiento Fidelio y nadie podría encontrarlo a menos que él quisiera. Todo esto, hasta encontrar la forma de recobrar su libertad, solo había unos cuantos detalles que no sabía cómo resolver, entre ellos como hacer el encantamiento Fidelio y como obtener pruebas de su inocencia.

En serio quería confiar en Albus Dumbledore, pero la traición de Peter seguía en su mente tan presente como hace tantos años, haciéndolo tener algo de paranoia con respecto a que alguien quisiera ayudarlo.

Unos brazos lo rodearon, con una mano en el pecho y otra en la cabeza, Sirius se dio cuenta que estaba Hiperventilando y la muchacha de cabello rosa lo abrazaba contra su pecho con una magia extraña en sus manos meciéndolo lentamente hasta que recobro su respiración normal.