"Hoy quiero despertar, sentir que aún me queda esperanza.
Por fin quiero olvidar, el daño que sufrí una vez"
Dispuesto a seguir, Dragonfly 2011
Álbum: Non Requiem
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Abrió los ojos y se incorporó sentándose de golpe, al ver el fuego frente a él, de un salto de puso de pie, trastabillo, pero gracias a una mano que lo sujeto del brazo no llego hasta el suelo.
-¿Qué paso? -giro el rostro para encontrarse de frente con un completo desconocido.
-Tranquilo Naruto, no es enemigo -Escucho la voz de Sakura a su derecha cuando estaba a punto de torcer el brazo del hombre.
-¿Sakura-chan -Volteo a los lados buscando a su compañera mientras avanzaba dos pasos hacia atrás alejándose del hombre de pie a su lado.
-Aquí abajo -respondió su compañera desde su lugar sentada junto a la fogata y recostada contra lo que parecía un caballo azul.
Naruto observo que ella se veía muy pálida con la mortecina luz de las llamas, tenía en las piernas una colchoneta gris con negro y en sus manos una taza humeante.
-No es enemigo, nos ayudó a salir de la cueva derrumbada hace tres días.
-Ha, yo... -Se rasco la cabeza mientras observaba al hombre -lo siento, reaccione un poco mal, no fue mi intención.
El hombre solo vio al chico por un momento y le tendió la mano sin responder nada a la disculpa.
-Sirius Black -se presento.
-Err... Uzumaki Naruto -respondió tomando la mano ofrecida.
-El no habla nuestro idioma -intervino Sakura antes que a Naruto se le ocurriera empezar un discurso que el hombre no comprendería.
Sirius volvió a su lugar junto a la improvisada camilla donde momentos antes estaba el rubio recostado, tomando otra taza similar a la de Sakura y bebiendo lentamente de ella mientras llegaba el otro chico de donde sea que estuviera.
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Después de salir de la torre de Hogwarts con ayuda de Harry y Hermione, Sirius siguió su camino hacia el norte, buscando llegar a ciudades pequeñas donde no sintiera firmas mágicas.
Varios días después de viajar por aire, llego a un bosque donde podría fácilmente esconderse junto a su acompañante; cambio a su forma de perro y consiguió un par de alimentos de algunos comercios cercanos, en algunos puestos de comida los encargados le daban sobras del día, otros Muggles más amables incluso le servían un poco de agua en bandejas.
Pasaba los días revisando siempre el horizonte, todas las noches se dirigía a un claro dentro del bosque, donde aterrizaba el hipogrifo y le hacía compañía por unas horas, para irse al amanecer a esconderse en alguna parte.

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Magos y Shinobis
FanfictionLos tres jóvenes Shinobis del equipo siete, en una misión son emboscados en una cueva donde hay unas ruinas extrañas, un derrumbe los atrapa en el interior y malheridos, reciben la ayuda de una persona que dice ser un mago.