14. Reuniones

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"Mantenerse unidos...
Es el único modo de sobrevivir."

Santiago Posteguillo
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Tsunade se levantó de la silla y camino al ventanal de su oficina, abrió la ventana e inmediatamente los murmullos del viento y la gente se hicieron eco en las paredes. La carta en su escritorio revoloteo un poco con la corriente de aire fresco, pero no salió volando gracias al pisa papeles que la tenía sujeta.

Solo tenía unas pocas líneas enviadas de forma privada en una carta adjunta a la respuesta solicitada. Simple y directo, el Kazekage* no necesitaba decir más ni escribir tantas formalidades, tres días atrás Inoichi y Shikaku enviaron halcones buscando una serie de libros, todos de títulos muy extraños, desde libros de cocina, novelas y algunos de tácticas de supervivencia. Por supuesto todo fue idea del Nara, para que no sospecharan del verdadero motivo de tal petición y creyeran que simplemente deseaban un intercambio con otras bibliotecas, pero Gaara era inteligente, ese chiquillo tenía más madera de líder que muchos jefes de clanes, Jounin e incluso otros Kages.

Hasta ahora habían llegado tres cartas de diferentes puntos, en todas ofrecían los intercambios tal como Shikaku había planeado, lo único malo fue que ninguna lista enviada contenía los libros que en realidad necesitaban... hasta hoy.

Tsunade-sama,

Cuento con el tomo tres de la novela, debemos hablar.

Sabaku No Gaara.

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Temari sabía que algo pasaba por la cabeza de su hermano, a simple vista Gaara se veía imperturbable, pero gracias a tantos años vigilándolo de cerca, ella había desarrollado un sexto sentido en base al comportamiento de su hermano menor y todo tenía que ver con esa petición de Konoha.

Varios días atrás en la sala de mensajes un halcón de Konoha llego con una nota para la biblioteca de Suna, la nota tenia detalles sobre libros que Konoha necesitaba o deseaba intercambiar, hasta ahí todo estaba bien, no había nada sospechoso en esa simple nota, no era la primera vez que Konoha realizaba ese tipo de peticiones, pero al pasar por manos de Gaara, este decidio hablar personalmente con el bibliotecario, un hombre de edad avanzada, quien se encargaba de las dos bibliotecas de Suna, la biblioteca pública y la privada del Kasekage, a donde solo una decena de personas tenían autorización de entrar.

Se reunieron por una hora aproximadamente, nadie supo que fue lo que hablaron, cuando terminaron su reunión, Gaara acompaño al hombre a la biblioteca personal de Kasekage y no salió de ahí hasta entrada la noche.

Normalmente Gaara no era de los que dejaban por mucho tiempo en la oficina hasta finalizar su día laboral, aunque toda la documentación estuviera en regla, jamás había faltado a una reunión o reporte de sus ninjas, pero ese día Temari y Kankuro hicieron malabares para atender a todo el mundo, pues antes de entrar en la sala privada, Gaara les pidió que se encargaran por el momento hasta que terminara con un asunto urgente.

A la mañana siguiente cuando Gaara salió de la sala, Temari lo esperaba en su oficina con el desayuno listo y sin preguntar nada de lo que había hecho tantas horas ahí encerrado solo con los libros. Gaara tomo asiento, agradeció a su hermana el trabajo duro y pidió un halcón para enviar un mensaje.

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