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Nunca pensé que mi felicidad y estabilidad se acabaria, en solo segundos. Antes era una chica feliz, tenía un novio que me hacía muy feliz, una familia unida y amorosa.

Mark era el chico que todas deseaban tener a su lado, un chico amable, amoroso. Pudo estar con muchas más chicas pero me eligió a mi y le agradezco mucho que me haya elegido.

Mark tenía veintiuno cuando lo conocí. Vivía con su hermano en un departamento afuera de la ciudad. No tenía muy buena relación con sus padres así que con su hermano decidieron irse y comenzar juntos en otro lugar. Me iba a quedar en su departamento los findes de semana o incluso la semana entera si es que me lo permitían en casa.

Un día dejamos de vernos con regularidad, lo cuál me pareció extraño. Con Mark respetabamos nuestros espacios pero siempre hacíamos tiempo para nosotros, cuando nos veíamos, se veía más cansado e incluso llegaba a ser violento. Me llegó el rumor de que Mark apostaba con sus amigos, cada vez que le preguntaba esquivaba mi pregunta y comenzaba a besarme para que olvidará todo.

Un día, lo quise enfrentar.

--- Mark, quiero saber algo. Me han llegado rumores de que apuestas, ¿Es verdad?

El chico dejó su teléfono y me miró bastante serio.

--- No, cariño. --- me acaricio la mejilla suavemente. ---- Lo estuve, pero ya no estoy en esa mierda. No te preocupes, ¿Está bien?

Le sonreí, tratando de tranquilizarme.

Íbamos a nuestra cita, celebrabamos seis meses juntos, nos subimos al auto pensando en lo bien que la íbamos a pasar. En la sorpresa que me tenía, dijo que me iba a encantar.

Nunca lo supe.

Mark comenzó a manejar, iba muy nerviosa por la sorpresa. El chico puso su mano en mi pierna, tocandola suavemente. En el espejo del retrovisor, vi dos autos que al parecer nos venían siguiendo, los ignoré por completo. Quizás estaba paranoica.

¿Como no pude ver todas estas señales?

---- Mark, creo que esos autos nos están siguiendo. --- dije un poco asustada.

Mark doblo en una esquina, tratando de perderlos de vista. Pero no fue así. Allí estaban otra vez.

---- ¡No seas ridícula! Estamos bien. --- dijo bastante serio.

Me puse el cinturón muy nerviosa.

----- ¿Estás seguro? --- le dije nerviosa. Mark me había dicho que se había salido de las apuestas.

El auto que nos estaba siguiendo apareció a nuestro lado, su ventana se abrió mostrando a dos hombres un poco más mayores que Mark.

---- ¡Hey! ¿Crees que te vas a salir con la tuya?

Uno de ellos se estaba riendo de lo asustada que iba.

---- ¿Quien es, Mark? --- dije mirándolo.

Mark no los miraba, su vista iba hacia adelante tratando de manejar lo mejor posible. Iba muy asustada, no obtenía respuestas de Mark y esos hombres me daban mucho miedo.

---- Por lo menos deberías mirarnos, ¡Idiota! ¡Nos debes un montón, dámelo o eres un hombre muerto!

¿Qué le debía?

---- ¡Aún no lo tengo! Ya le dije al idiota de tu amigo. ¡Déjame en paz!

Sus palabras salieron de su boca, dándome mucho miedo. Comenzó a manejar muy rápido, esquivando a todos los autos que iban pasando alrededor, el vehículo que nos iba siguiendo trataba de alcanzarnos a la misma velocidad.

---- ¿De que hablan? ¿Que les debes, Mark? Tengo mucho miedo.

Mark me miró, mientras unas pocas lágrimas iban cayendo por mi mejilla. Lo único que podía ver en sus ojos, era lo asustado que estaba él.

---- Lo siento mucho... Lo siento cariño. Por mi culpa, estás metida en esta mierda. --- Mark dijo mientras manejaba a toda velocidad.

---- Mark, por favor... Baja la velocidad. Hay otro auto enfrente de nosotros.

---- Lo siento mucho... Lo siento...

El auto de enfrente de nosotros cada vez estaba más cerca. La velocidad del nuestro no bajaba, tenía mucho miedo.

---- ¡Para! --- fue lo último que dije.

***

Al momento en que abrí mis ojos, todo se veía borroso. Tenía un dolor horrible en mi cuello, piernas y en mi cabeza. Sentía que algo caía por mi cabeza, tal vez era sangre. Pero no era más que eso, mire a mi izquierda dónde estaba Mark, estaba cubierto de sangre con sus ojos cerrados.

---- Mark... Despierta.... Mark --- dije con un poco de dolor al intentar moverme --- Por favor, despierta.. --- dije de nuevo con lágrimas en mis ojos. ---- No me hagas esto.

No podía reaccionar. Mark estaba muerto. Había sangre por todos lados, intente gritar, pero me dolía al intentarlo. En unos minutos, dos ambulancias llegaron. Traté de moverme, pero no podía. Los autos que nos estaban siguiendo, ya no estaban aquí. No habían rastros de ellos, una de las ambulancias se acercó a nuestro auto, lo que quedó del auto. Mientras que la otra, estaba atendiendo al auto que estaba en frente de nosotros.

---- ¡Tenemos una paciente viva! Envíenme una camilla aquí, ¿Estas bien? ¡Todo estará bien!

Miraba detalladamente sus movimientos, otro de sus compañeros abrió la puerta, me sacó lentamente del auto. El dolor en mis piernas era cada vez más fuerte. Grité con mucha fuerza, mientras que ellos me sacaban de allí.

Hold On [Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora