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Hola lectores, ¿Cómo están? Me costó un poco aparecer por aquí, no sabía muy bien que decir.
Espero que les este gustando esta historia, me ha costado un poco crearla y que este bien escrita, espero que les este gustando, he preparado está historia hace varios meses, con mucho cariño para ustedes 💖
No olviden dejar su comentario y voto para saber si les gusto el capítulo, actualizaré cada viernes 🤍

Si encuentran algún error ortográfico, no lo hice a propósito JAJA espero poder arreglar lo que este mal escrito, si quieren saber más información del libro, me pueden seguir en mi Instagram de booktagram (soofi_books) 🤍

Que disfruten el capítulo!

***

Mi teléfono vibraba, nunca me ha gustado tenerlos, pero me habían obligado a tenerlo cuando empecé a salir con Mark, me había despertado de una larga siesta, el día anterior había ido a una fiesta con Mark.
Eran las seis de la tarde, miré mi teléfono, tenía muchos mensajes de Lizzy preguntando dónde estaba.

Estoy con Mark, vuelvo pronto.

Dejé mi teléfono en la mesilla de cristal, la casa de los padres de Mark parecía un palacio, lleno de figuras de cristal o algún material delicado. Miré hacia el lado, Mark estaba dormido boca arriba, sus ojos estaban completamente cerrados, sus labios rojizos estaban cerrados, sonreí a su lado, me acomodé y me apoyé en su pecho, escuchando sus latidos, era lo que más me gustaba. Me daba paz y tranquilidad.
Lo sentí quejarse, pasó su brazo por encima de mi espalda, dando suaves caricias en ella.

– ¿Quién era? – preguntó Mark mientras daba un pequeño bostezo.

Se acomodó de una mejor manera, abrió sus ojos y pude apreciar lo hermoso que eran, eran de color gris. Su cabello estaba totalmente desordenado, siempre lo llevaba hacia atrás, muy peinado.

–Lizzy quería saber dónde estaba – me acerqué y lo besé en la boca.

Noté como sonreía, el gris de sus ojos encontró los míos, me besó en la boca nuevamente, lo único que quería era quedarme aquí para siempre. Cerré mis ojos y me quedé admirando el momento de paz, no duró mucho, ya que su teléfono comenzó a vibrar.

Mark era dos años mayor que yo, me contó que tenía un trabajo que debía estar disponible a todas horas, nunca le reclamé por eso, aparte siempre lo veía feliz, lo veía a gusto con su trabajo, así que solo lo dejé ser. Se puso el teléfono al oído y comenzó hablar con alguien, era una voz de un hombre y parecía estar alterado.

–Cariño, iré hablar afuera – decía mientras se levantaba – Puedes ir a preparar algo si quieres.

Salió de la casa, parecía preocupado, hice lo que me dijo, fui a la cocina y comencé a cortar unas frutas, estábamos a buen tiempo de comer frutillas, así que decidí hacer un pequeño postre, junté otras frutas. Miré hacia la ventana, Mark se pasó las manos por el cabello frustrado, podía notar que estaba molesto. No era una persona que se metiera en problemas ajenos, así que volví a mi fruta.

Cuando terminé, dejé todo limpio y volví con dos pocillos llenos de frutas, pero en el comedor no había nadie, Mark se había ido.
Me senté en el sillón y comencé a comer mi fruta, las horas pasaban y pasaban, pero Mark no volvía. Mi teléfono volvió a vibrar, tuve la leve esperanza que fuera él.

Era mi padre.

–Hola papá, hablé con Lizzy hace un momento, estoy con Mark.

Podía oír detrás que Felipe me molestaba.

Hold On [Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora