Hold On [Libro I]

#19

Adam.

¿Pero que me pasaba?

Verla alejarse de mí no era lo que quería. Tenía que admitir que durante todo este corto tiempo, ella me había cambiado, dejé de lado la estúpida apuesta cuando pasé la noche con ella, no hicimos nada pero sentí una conexión inexplicable, no sabía lo que estaba sintiendo, traté de dejar de hablar con Kevin pero siempre quería hablar sobre la apuesta, comencé a mentirle para no contarle lo que realmente pasaba con ella, no quería que pasara malos ratos. Quería tenerla a mi lado, disfrutar cada segundo, lo único que deseaba era verla sonreír, luego de todo lo que vivió, ¿Cómo pudo continuar?

Guardé mis cosas en mi casillero, estaba enojado con el idiota de Kevin, nunca debí haberme acercado a él, estúpidas conexiones de nuestras familias. Lo cerré de golpe y comencé a caminar por los pasillos en busca de Diana, tampoco había visto a sus amigos, no tenía idea de cómo se llamaban.

Nunca ponía atención a los nombres que no me llamaban la atención, las clases hoy estuvieron aburridas, me puse mis audífonos y salí de la escuela, no tenía ánimos de hablar con nadie y menos después de haber gritado lo de mi adopción, no tenía intención de ocultarlo, pero no quería que Diana sufriera por la apuesta que nunca ocurrió, mientras caminaba por la calle, pensaba en lo que me había dicho, ¿Yo era luz? ¿Cómo podría ser cierto? He sido un mal estudiante por dos años consecutivos, no soy el hijo perfecto.

Cuando abrí la puerta de mi casa, escuché las voces de mis padres, estaban discutiendo.

– ¿Cómo puedes decir eso? También es tu hijo Matthew.

Dejé las llaves encima y comencé a subir las escaleras despacio, esperando que no me escucharan.

– ¿Cómo puedes pensar así, mujer? Yo tenía más interés en adoptar Adam, tú lo hacías solamente para no quedarte sola.

Mierda.

Los iba a enfrentar, sabía que con mi madre no había el amor que uno debería tener, pero al momento en que iba abrir la puerta, alguien se me adelantó.

– ¿Qué quiere decir adoptado? – Jake estaba allí.

Pasé mis manos por el cabello desesperado, ¿Cómo se lo iba a explicar? Me acerqué a la puerta y la abrí, mis padres me miraron sorprendidos, aunque mi madre estaba un poco arrepentida de lo que había oído.

– Adam, no sabía que habías llegado – Exclamó ella.

Apenas la miré, no tenía intención de lidiar con este problema en este problema, saqué a mi hermano de allí y nos fuimos a la cocina, en busca de algo nuevo que hacer. Jake parecía tranquilo, me miró con alegría.

– ¿Hoy vendrá Didi? ¡Quiero mostrarle mi nuevo juguete! – Me respondió Jake con una gran sonrisa.

– No lo creo, Jackie – Le respondí – Está un poco enfadada conmigo.

El pequeño me miró con tristeza, no quería darle ese sentimiento a mi hermano, lo único que quería era que fuera feliz.

– ¿Qué fue lo que hiciste? Ella prometió que vendría, quería mostrarle mis juguetes.

Le di un abrazo y le acaricié la cabeza, Jake parecía estar más tranquilo.

– Si quieres, ¿Podemos llamarla? – Añadí, mientras que a mi hermano se le formaba una gran sonrisa.

Nos sentamos en el sillón y marqué el número de su casa, poniendo el teléfono en voz alta, esperamos unos segundos hasta que alguien contestó.

– ¿Diga?