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Adam.

¿Han oído hablar del amor juvenil?

Nunca tuve a nadie que me lo pudiera explicar, si iba a ser feliz o si me iban a romper el corazón. Nunca tuve una buena relación con ella, desde que supe que era adoptado lo que tenía con mi madre se había roto, haciendo que todo el amor que había de a poco se fuera esfumando, no me sentía valorado, mi padre hacia todo lo posible para que estuviera bien, siempre tratando de arreglar lo que ella había arruinado.

Un día supe que iba a tener un hermano, al comienzo tuve envidia el tener a otra persona, me iba a sentir aún más abandonado, pero cuando vi sus ojos, sus pequeñas manos, todo cambió. Un nuevo sentimiento atravesó por todo mi cuerpo, haciendo que de a poco comenzara a sentirme mejor, tener a Jake fue increíble, aprendí muchísimo con él, me convertí en una mejor persona, Jake sacaba lo mejor de mí.

Pero eso no era lo que iba a decir, me distraigo fácil.

Un día en que menos lo esperé, llegó una luz a mi vida, algo pequeño que se cruzó por mi camino, no pensé que se iba a expandir de una manera más grande, esa luz hizo que me uniera más a mi madre, arregló todo lo malo que había en mi vida, me ayudó a convivir con ella y aceptar todo lo que había hecho, esa luz atravesó mi corazón haciendo que nuevos sentimientos salieran, tenerla cerca se sentía como si fuera una nueva persona, sentía una vibración cada vez que sonreía, por cada vez que ella me miraba, me sentía mejor.

Era solo una chica; decían mis amigos. Nunca he sido bueno para querer alguien más que a mí mismo, he sido un completo idiota durante todo el año escolar, no valoraba lo que tenía enfrente, todo eso cambió cuando esa luz llegó a mi vida.

El amor juvenil lo tuve en mis manos, lo aproveché lo más que pude, la besé por cada segundo, la tocaba como si fuera la última vez, nunca quise preguntarle cuando se iría, sólo quería tenerla a mi lado y disfrutar de su compañía. Me había costado aceptar que se tendría que ir, pero lo acepté en algún momento. El amor juvenil es un sentimiento nuevo que crece dentro de ti, llega solamente una vez en la vida, te provoca un cosquilleo por cada vez que la escuchas, cuando no la ves sientes que no puedes respirar, eso es el amor juvenil. La amé con cada parte de mi cuerpo y sé que ella también lo hizo.

Tenerla en mis brazos era la sensación más increíble que podría imaginar, no hacíamos nada, solamente nos quedábamos en silencio. Diana estaba descansando en mi pecho, se había quedado dormida hace cinco minutos, quizás el viaje la había cansado o también la pequeña discusión que habíamos tenido. Le acaricié el cabello suavemente, su melena rubia se había metido en mis sueños, no la podía sacar de allí, nunca me había sentido tan diferente teniendo a una chica a mi lado.

Antes de conocerla no me importaba nadie, lo único que quería era divertirme, mi padre pagaba la mensualidad de la escuela a pesar de que yo no iba nunca, siempre me la pasaba en la casa de Kevin fumando hierba, olvidándome de todo lo que debía hacer, admitía que lo hacía pero en el fondo me sentía culpable. Nunca nadie iba a estar orgulloso de mí, no hacía nada bueno en la vida, Kevin se reía de las estupideces que hacía, pero no lo hacía por gusto, lo hacía simplemente porque era más popular que él.

Siempre me ha gustado ser el centro de la atención, salía con varias chicas, nunca nada serio. Las besaba en los pasillos para que todo el mundo nos viera, siempre quedaban enamoradas cuando salían conmigo, pero yo no sentía absolutamente nada.

Hasta ella.

Nunca me ha gustado beber alcohol, una vez probé la cerveza y la encontré asquerosa. Kevin trató de convencerme de que tomara vodka pero lo ignoré. No tenía intenciones de beber algo muy fuerte y olvidarme por completo, solamente fumaba hierba.

Hold On [Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora