Capítulo 3

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Gerard abrió sus ojos, la luz del sol comenzaba a colarse por su ventana, aún llevaba puesta la misma ropa de la noche anterior. Pronto las imágenes de lo que había sucedido llegaron a su cabeza como un balde de agua fría, recordando cuando Frank le presentó a aquella chica, a su novia, y como un día que parecía ser maravilloso había terminado siendo el más horrendo de todos. Miró su celular y se encontró con muchas llamadas pérdidas de Frank y mensajes preguntándole dónde estaba. También había algunos mensajes de Ray, sin embargo no se molestó en contestarlos, no tenía ganas de hablar con nadie, sólo quería estar solo y continuar hundiéndose en su miseria. Sin embargo eso no fue posible, pues pronto Mikey se asomó a su habitación, como siempre entró sin tocar.

- Gerard, ¿por qué desapareciste ayer de la fiesta? -ahí iba el interrogatorio de su hermano

- No me sentía bien

- Nos hubieras dicho, Ray y Frank estaban preocupados por ti, sobre todo Frank

- ¿Qué te dijo?

- Pues nada, sólo que él estaba ahí con su novia, que dijiste que ibas al baño y ya no volviste

- Sí, parece que comí algo y me hizo daño

- ¿Seguro Gerard?

- Sí Mikey, sólo fue por eso, además había mucha gente y ya sabes, no me siento bien con tantas personas a mi alrededor

- Mmm, bueno. Pero pues hasta te dormiste con la ropa puesta y te ves horrible, tienes los ojos hinchados

- Ya te dije, me sentía mal

- Bueno, te dejo para que te bañes que apestas -dijo Mikey, saliendo de la habitación de Gerard. Aunque Mikey solo tenía 15 años era muy inteligente e intuitivo y sabía que algo no andaba bien con su hermano, no obstante, prefirió no atosigarlo más y esperar a que él le contara lo que le sucedía.

Gerard no quería salir de su habitación, así que sólo bajó, saludó a sus padres, desayunó algo y volvió a ésta, quedándose encerrado, aferrado a su almohada. Su celular sonaba y sonaba, era Frank, sin embargo no tenía ganas de hablar con él, no sabía cómo iba a fingir que nada había pasado, que todo estaba bien y que no le dolía que estuviera con alguien más.

Trató de distraerse dibujando un rato, sin embargo se sorprendió cuando lo único que lograba plasmar en aquellas hojas era el rostro de Frank, así como paisajes lúgubres que reflejaban todo lo que en aquellos momentos estaba sintiendo.

***

Frank se sentía algo confundido al no obtener respuesta de Gerard, pues ya le había llamado en varias ocasiones, le había enviado mensajes, sin embargo desde la noche anterior no sabía nada de él. Supo por un mensaje de Mikey que el pelinegro se encontraba bien y que al parecer su "huida" de la fiesta se había debido a un dolor de estómago, sin embargo Frank no se tragaba aquel cuento, pues era raro que no le contestara el teléfono.

Por ello decidió ir a visitar a Gerard. Fue Mikey quien lo recibió.

- Hola Mikey ¿Está Gee?

- Sí, está en su habitación, anda algo raro, no ha salido de su habitación

Frank entró, subió las escaleras para llegar hasta la habitación de Gerard, tocó un par de veces, pero no obtuvo respuesta, por lo que decidió abrir la puerta, encontrándose con Gerard tumbado en su cama, hecho bolita, con su pijama puesta y una almohada cubriendo su rostro, por lo que sólo podía mirar su cabello negro revuelto.

- Hola Gee -se apresuró a decir Frank, pero no obtuvo respuesta. Se acercó hasta la cama y se sentó al costado de Gerard, acariciando su espalda.

- ¿Cómo te sientes Gee? Me dijo Mikey que no te sentías bien anoche y por eso te fuiste- Gerard descubrió su rostro y vio ahí a Frank, frente a él, se veía tan hermoso, lo miraba con una sonrisa en sus labios

- Estoy bien Frankie

- ¿Seguro? - preguntó Frank mientras acariciaba su mejilla

- Sí Frankie, perdón por irme así, pero me sentí mal, ya sabes, la gente y todo eso

- Es que te estuve llamando, te mandé mensajes, pero no me contestaste

- Ah sí... es que dejé mi celular en silencio, entonces no lo escuché

- No te preocupes Gee ¿Ya te sientes mejor?

- Un poco, pero estaré mejor mañana para ir a la escuela

- ¿Quieres que me quede?

- No es necesario Frankie

- ¿Seguro?

- Sí, estoy bien

- Bueno, entonces te dejo para que descanses. Sabes que te quiero ¿verdad? -le dijo Frank mientras le daba un beso en la frente, sin embargo la única respuesta que obtuvo fue una extraña sonrisa por parte de Gerard.

Frank no estaba muy convencido de lo que decía Gerard, no obstante trató de hacer aquellos pensamientos a un lado y dejar ese raro episodio por la paz, confiaba en que el lunes en la escuela las cosas volverían a la normalidad.

Frank ¿Me quieres? (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora