Frank ¿Me quieres? (Frerard)

Capítulo 24

Lamentablemente el fin de semana se fue volando y llegó el momento de volver a la realidad, de hacer ese viaje familiar y dejar a Gerard por varias semanas. Me preocupaba lo que pudiera pasar cuando yo no estuviera aquí para cuidar de él, temía que ese imbécil de Bert se atreviera a hacerle algo o que Gee volviera a recaer en el alcohol al sentirse tan solo en esta ciudad.

Gerard me dijo que estaría bien, que no pasaría nada malo, que no me preocupara, pero en verdad no quería dejarlo solo, no quería estar lejos de él y menos ahora que nuestra relación apenas comenzaba, que acababa de tenerlo entre mis brazos, que había sido mío y yo suyo, ni yo mismo sabía cómo iba a resistir aquellos días sin verlo, por lo que podía imaginarme lo que Gee sentiría, él no era tan fuerte como yo, él sufrió tanto de pequeño, estando solo siempre, no quería dejarlo, pero no tenía opción.

- Todo va a estar bien, voy a estar bien Frankie -me dijo con una sonrisa en sus labios, aunque en sus ojos pude notar las inmensas ganas que tenía de llorar

- No quiero dejarte Gee

- Sólo serán algunas semanas Frankie, tú disfruta con tu familia, estaré bien

- Tengo miedo que te lastimen

- Nadie me va a lastimar, además aquí estará Mikey para cuidarme, igual Ray, él sólo se va un par de semanas

- Te llamaré todos los días. Te amo Gee -le dije robando un beso de sus rosados labios

- Yo también te amo y mucho Frankie -me contestó abrazándome con fuerza y lo sentí tan vulnerable, creí que en cualquier momento se quebraría, sin embargo se contuvo de llorar, sólo me sonrío mientras mi madre me gritaba que ya era hora de irnos, por lo que tuve que despedirme de Gerard, me dolía tanto dejarlo ahí. Subí al carro, él se quedó ahí parado afuera de mi casa mientras que comenzamos a avanzar y vi su silueta cada vez más pequeña. ¿Cómo iba a soportar tanto tiempo sin él?.

Narrador omnisciente

Frank estaría fuera de la ciudad poco más de un mes, pues prácticamente regresaría una semana previa al retorno a clases, sin embargo Gerard se quedaría como todos los años, solo en aquella ciudad.

Cuando se despidió de Frank soportó lo más que pudo, no quería que lo viera llorar y que tomara alguna absurda decisión como no pasar aquellos días con su familia, sin embargo, cuando el auto se alejó y no lo vio más, no pudo evitar que las lágrimas comenzaran a correr por sus mejillas, dejándose caer en el asfalto y preguntándose cómo iba a resistir estar tanto tiempo sin Frank, porque cada vez estaba más enamorado de él, cada día añoraba más su compañía, sus abrazos, sus besos.

Con aquel semblante de tristeza regresó a su casa y se encerró en su habitación, metiéndose en su cama y comenzando a llorar mientras abrazaba su almohada, y es que apenas era el primer día de muchos que pasaría sin su Frank.

Tal como lo prometió, todas las noches Frank se comunicaba con Gerard para platicarle cómo había estado su día, si bien el pelinegro se la pasaba encerrado en su habitación, inventaba que había salido a divertirse con Mikey al parque o que había hecho muchos dibujos en su habitación, no quería que Frank supiera cuan triste estaba sin él y que no hacía más que llorar encerrado en su cuarto.

- Gerard, hay que salir -dijo Mikey, quien estaba en la entrada de la habitación de Gerard

- No quiero Mikey, ya déjame

- Pero ve cómo estás, te la pasas encerrado llorando

- ¿Y qué quieres que haga?

- Que salgas, son vacaciones, podemos ir a divertirnos al parque, a una fiesta, qué se yo