Frank ¿Me quieres? (Frerard)

Capítulo 7

Para la mala suerte de Gerard, continuaba profundamente enamorado de Frank y no, no soportaba verlo con alguien más, no soportaba la barrera que había puesto entre ambos, esa maldita indiferencia, porque una cosa era que estuviese enamorado de Jamia y le dedicara tiempo, pero otra muy distinta que se olvidara de todos a su alrededor y más de quien se suponía era su mejor amigo.

Sin embargo Gerard sabía que era imposible que Frank estuviese con él, que lo quisiera, ya le había dejado en claro durante los últimos días con su actitud lo poco que le importaba, por lo que decidió darle una oportunidad a Bert, era un chico lindo, tenía unos bonitos ojos azules, aunque no podía evitar compararlo con Frank, recordando sus hermosos ojos avellana, sus delgados labios, su pequeña nariz, los pocos tatuajes que cubrían su piel. Maldita sea, ¿por qué siempre se tenía que acordar de Frank?, se decía a sí mismo, pues todos sus intentos por borrarlo de su cabeza y su corazón no servían de nada, y mucho menos cuando todos los días tenía que verlo en la escuela, aunque éste fuera tan distante.

A Gerard le agradaba bastante que a Bert no le gustaran mucho las cursilerías, pues honestamente lo que menos quería era miel que lo empalagara por parte de una persona a la que no amaba, simplemente quería tener con quien divertirse y beber y beber hasta terminar como un par de idiotas. Le gustaba que Bert siguiera su ritmo, que tomara alcohol hasta casi perder el conocimiento, aunque no le agradaba mucho la idea de tener que besarlo, pero mientras estuviera bajo los influjos de las bebidas embriagantes o de alguna otra sustancia no tenía problema con eso.

En cuanto a Frank, la mayoría de los días ya ni siquiera le dirigía la palabra, un simple "hola" al llegar a la escuela, a veces ya ni siquiera se despedía de él, siempre estaba con Jamia. Le dolía tanto cómo de ser su mejor amigo pasó a ser nadie en su vida.

Ray intentaba hablar con Frank para hacerle ver que no estaba bien que dejara todo, incluso a sus amigos de lado, sólo para estar con su novia.

- ¿Qué dices Ray?

- Pues tú ya te olvidaste de tus amigos desde que tienes novia

- Claro que no

- Claro que sí, dime ¿cuándo fue la última vez que saliste conmigo o con Gerard?

- Deberían de entenderme, ahora tengo novia, cuando ustedes estén tan enamorados como yo las cosas serán igual

- Pues por mí no hay problema, puedes hacer lo que quieras, pero piensa en Gerard, él solía ser tu mejor amigo, ahora ni le hablas

- Claro que le hablo

- ¿Te has dado cuenta de lo deprimido que se ve?

- Estás loco Ray, dices todo eso sólo para hacerme sentir mal. ¿No será que te gusta Jamia y por eso quieres que termine con ella?

- Ay enano, estás paranoico. Pero piensa en lo que te dije. Gerard no se merece que lo trates así

Frank no creía que le estuviera haciendo daño a Gerard, además claro que pasaba tiempo con él, en la escuela, a veces iba a su casa a hacer las tareas, sólo pensaba que el idiota de Ray Toro estaba exagerando las cosas como siempre solía hacerlo.

No obstante, una tarde mientras se encontraba limpiando su habitación, pues su madre lo había obligado a hacerlo, se hallaba recogiendo algunas cosas del piso y se encontró con aquel dibujo que Gerard había hecho de su rostro, era tan talentoso dibujando, en aquel papel estaba su viva imagen. Frank no pudo evitar lanzar un suspiro y pensar en que quizás Ray tenía razón y que tenía tan descuidado a su mejor amigo, sintió nostalgia recordando lo bien que la pasaban cuando se quedaban jugando videojuegos, viendo películas de terror o alguna de Star Wars, cuando platicaban por horas antes de quedarse dormidos, recordó aquella noche el día del cumpleaños de Gerard en que miraban las estrellas mientras se tomaban de la mano. Entonces se sintió como un idiota, sí, quería a Jamia, pero su relación con ella y la escuela habían absorbido todo su tiempo, olvidándose por completo de sus amigos, pero sobre todo de Gerard.

Trató de recordar cuándo fue la última vez que había salido con él, había pasado tanto desde aquello, ya únicamente se veían en la escuela, fue entonces que cayó en cuenta que Gerard ya no sonreía como antes las pocas veces que hablaban. Extrañaba su risa tan peculiar, sus tontos chistes, platicar con él, tomarlo de la mano, abrazarlo, extrañaba tenerlo cerca.