Mani volvió a leer la tarjeta.
Editorial Fernando en 15 minutos
Enseguida vio su reloj, habían pasado 13 minutos desde el penoso incidente. Entonces la grandeza del lugar le hizo perder la noción de sus pensamientos. "Editorial Fernando". -Como no lo supe antes, la editorial del manicomio.
Una enorme puerta verde militar se posaba frente a él; una mariposa en la manija. Sin tocar la puerta hipnotizado por la historia del lugar entró en la mansión. Era bien sabido por el pueblo entero que la construcción de la Editorial Fernando data de la revolución, y se rumoraba que antes era un manicomio. Ahora no muy lejos de ser un manicomio era una editorial donde se imprimían periódicos y libros que nadie tomaba en serio.
En medio de uno de sus enormes pasillos se acercó por la espalda a Mani una figura obscura sonriente.
La adrenalina del susto sacudió su cuerpo cuando se volvió para mirar a la extraña figura. Era una delicada niña pequeña vestida del mismo color que su saco elegante, unos diez años cuando mucho.
-¿Quién eres? preguntó la niña.
- Soy Mani, ¿Quién está a cargo aquí? Encontré esta tarjeta en mi auto.
-Tú estás a cargo. Todos estamos a cargo, ¿qué no lo entiendes?
Y con la misma sonrisa desquiciada con la que llegó con Mani, se alejó. Parecía perturbada.
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Diario de una ilusión
Science FictionMani ya no quiere estar dormido. Quiere confundir realidad y sueño y escribir sobre ello.