Diario de una ilusión

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A la semana de trabajo Mani ya había escrito 17 artículos monumentales y 2 cuentos cortos, con significado oculto, claro. Mani todavía no daba un solo artículo para publicar. No entendía la política de la Editorial Fernando, ¿Cuál era su sección?

Pero ese día fuera como fuera llevó su artículo al equipo de impresión. El artículo elegido era sobre los aditamentos que uno elige cuando viene a los sueños, profundamente interesante. Un hombre alto con sombrero largo y emplumado le recibió el artículo.

-Primer artículo, ¿novato?

-Se podría decir. Su nombre es...

-Oy alep. ¿El suyo?

-Mani, para servirle.

-¿Es tu primer mes aquí eh?

-Indiscutiblemente.

-Entonces yo también estoy para servirte Mani, suerte.

Al siguiente día cuando Mani fue a caminar un rato al jardín central, todos los presentes lo felicitaron. Sin saber la razón, se acercó a su recién conocido, Oy.

-Supongo que has de ser conocedor de lo que está pasando, ¿cierto?

-Es sólo una pequeña bienvenida. Hace años que no teníamos a un novato por aquí.

-Gracias.

Los sándwiches de nutella se acercaron a los amigos durante su plática. Mani tuvo ese día un nuevo delirio de realidad.