Capítulo XXXVII

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El banquete de despedida estaba adornado con los colores de Slytherin de nuevo, Artemis sonreía ante esto victoriosa mientras Anne Weasley la mataba con la mirada luego que de que la Slytherin fuera llamada "Heroína de Hogwarts" por los estudiantes de Slytherin y posteriormente de las otras casas.

-Un nuevo año se va - Comenzó Dumbledore.

Draco rodó los ojos y se acercó al oído de su amiga.

-Te apuesto 5 galeones a que le da más puntos a Potter por respirar - Bromeó

-Ya les dio 200 puntos a Potter y Weasley frente a mi, luego tuvo que tragarse su orgullo y darme otros 200 a mi, por eso no nos ganaron - Explicó la pelinegra.

-Seguro que casi se muerde la lengua al decirlo - Molestó Draco.

-Casi le sangra de tanto morderla - Siguió Temis.

El viejo terminó su discurso anunciando que Slytherin ganaba la copa de las casas, de nuevo. La celebración en la mesa no se hizo de esperar y los demás solos aplaudían.

Al terminar la cena y salir del comedor Artemis sintió algo caer en sus manos.

Una nota, volteó hacia arriba y vio a Peeves que le sonrió.

-Para la gran heroína - Dijo con voz burlona.

-¿Me estás provocando poltergaist de quinta categoría? -

-N-no - Dijo de inmediato Peeves - Lo envían los reyes pasados - Explicó.

Artemis abrió la nota y vio la caligrafía de sus tres personas favoritas, a parte de Theo y su madre, en una sola nota.

-Tengo que ver a alguien - Le susurró a Ginny para que le dijera a los demás.

-Dile hola a Damián de mi parte -

Artemis rodó los ojos y entró a la sombra sin ser vista para luego salir frente a la puerta de su lugar favorito, el jardín oculto de Hogwarts.

Entró rápidamente y vio como merodeaba por el jardín un enorme tigre jugando con un Cuervo.

-Pff, Allan te ves obeso - Se burló del Tigre.

Pronto la figura de su hermano se alzó con una mueca, corrió hasta ella y la levantó en el aire haciendo que riera.

-¡¿A quién le dices obeso hermanita?! - Le decía Allan haciéndole cosquillas a su hermana menor.

-¡Allan ya basta! - Pedía su hermana pegando con sus pequeños puños en la espalda del mayor.

Regulus Black salió de las sombras donde se ocultaba y vio con una sonrisa aquello.

-¡Disculpáte con tu hermano mayor, hermanita demonio! - Pidió Allan riendo ante los golpes de Artemis.

-¡Nunca! -

Regulus sintió una lágrima caer por su mejilla y rápidamente la limpió mientras Damián se colocaba junto a él.

-¿Le pasa algo señor? - Preguntó.

-Cuando veas a tu hijo con 25 años y jugar con su hermana de 12 vas a entender que la vida te dio todo, pero espero que no sientas el vacío que siento yo al no tener a mi esposa para ver esto- Contestó Reg.

Allan ahora le daba vueltas a Artemis mientras la cargaba como un pequeño costal de papas que gritaba de diversión.

-¿Lady Athenea no pudo venir? - Cuestionó Damián sin entender.

-No es eso, amo a mi esposa, pero yo hablaba de... Hablo de mi primera esposa y mi primer amor -

-Lady Diana - Se dijo a si mismo Damián por las historias de Allan y Artemis.

Renegados [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora