Renegado es aquel que abandona sus ideales públicamente para seguir otros diferentes.
Palabra para describrir perfectamente a los reyes de Slytherin.
Ay Slytherin, una casa que ha estado en descontrol desde la partida de su primera reina ¿Qué iban a...
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❝La perfecta Artemis❞
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Theo cerró sus ojos tan fuerte como pudo, deseaba que lo que dijo fuera un sueño y nunca en su vida se le hubiera ocurrido confesar a Pansy que pensaba en ella.
–Así que ¿Qué cosas sientes por mi desde niños?–Preguntó la azabache aún sentada a su lado.
–Pans ¿Podrías olvidar eso?–Pidió el castaño sin verla–Te lo ruego–
–Me cansé de olvidar cosas porque se te da la gana ser valiente y al segundo vuelves a ser un cobarde ¡Dilo!–Exigió la Parkinson.
El Nott veía directamente al lago, quería tanto lanzarse hacia él y congelar la superficie para que nadie lo volviera a ver nunca más.
–Me gustas desde que éramos niños, te he amado desde el minuto en que te recuerdo y nunca pude decirlo–Admitió luego de unos segundos–Todos esos años peleando y llevándote la contraria, solo quería que me vieras–
–Pero yo sí te veo–Recordó la chica tomando su mano–Siempre lo he hecho, Tete–
–No de la forma en que yo quiero que me veas y eso no es culpa tuya–El ojiverde alejó su mano de ella–Es mía, porque no soy lo suficientemente bueno para ti y probablemente jamás lo seré–
–Yo nunca dije eso, Theodore Nott–Ella tomó su rostro y la obligó a verla a los ojos–Tú no tienes que sentir que eres menos que yo o que nadie, jamás–
Luego de decir eso ella fue la que se acercó y, dejando al castaño en un completo shock, lo besó con un cariño que jamás pensó dar a alguien.
–Yo siempre he visto a Theo, no al heredero Nott, no al chico presumido, no al irritante primo de Artemis, solo a Theo–Comenzó Pansy al separarse–Y aunque eres molesto, eres mi molestia favorita–
–¿Incluso si estoy enamorado de ti?–
–En especial cuando estás enamorado de mi–Ella lo volvió a besar rápidamente–Y yo lo estoy de ti, idiota, solo que no lo decías y yo no iba a decirlo primero–
–Me alegro de ver que esto no cambió tú espíritu de querer derrotarme siempre–
Ella sonrió y finalmente liberó su rostro para que pudiera ver en cualquier otra dirección menos a su rostro sonrojado por el frío y la vergüenza.