Capítulo XXXI

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"Las Parkinson"

Las vacaciones de Navidad habían iniciado y los siete reyes se habían quedado confinados en Hogwarts gracias a sus padres.

Ahora Amaya había decidido ir con Pansy a practicar lo que ambas más aman, las pociones.

-¿Crees que el tío Sev acceda a enseñarnos algo tan complicado como el veritaserum? - Preguntó Amaya a su hermana.

-Vamos a averiguarlo -

Pansy llamó a la puerta de la habitación de Severus Snape y este abrió con cara de muerte.

-¿Qué pasa? - Preguntó preocupado a las dos niñas.

-¿Te hemos dicho que eres el mejor tío del mundo? - Comenzó Pansy

-Ay no ¿Qué quieren monstruos? -

-Un profesor -

Pansy tomó a Amaya de la muñeca y empujó a Snape de la entrada. La mayor de las Parkinson entró como perro por su casa a la habitación/casa de Severus mientras el la seguía enojado.

-¡Pansy Alisson Parkinson! - Regañó

-¿Si Severus Tobías Snape-Prince? - Preguntó ella mientras se sentaba en la mesa

-¡Bájate de ahí ahora mismo! - Exigió

-No nos vamos a ir hasta que nos enseñes lo que queremos saber - Contestó Amaya imitando a su hermana al sentarse.

-¡Merlín me ayude! ¡¿Yo qué hice para merecer eso?! - Preguntó Severus al techo.

Ambas hermanas sonrieron de manera inocente señalando al maletín de pociones de Snape.

-Bien ¿Qué es lo que quieren saber? -

-Queremos aprender a preparar veritaserum - Respondió Pansy.

-¡No! ¡Eso si que no! No voy a darles a ustedes dos, monstruos manipuladores hijas de su madre, un arma de tortura-

Pansy sonrió, pues sí algo había aprendido con el paso de los años es la debilidad de Severus Snape por las Parkinson.

Se bajó de la mesa y mientras caminaba a paso tranquilo hasta quedar frente a Snape puso una mueca de tristeza.

-¿Es que acaso ya no nos amas Sevy? - Preguntó con voz rota.

Amaya vio con satisfacción como la mueca de enojo de Severus cambiaba a una de total ternura.

-Trae el maldito maletín Maya - Pidió a la menor.

Pansy sonrió y abrazó a Sev mientras este se congelaba, pues realmente hablar o tan siquiera ver a las hijas del amor de su vida con otro le era realmente doloroso, ahora imagina que una te abrace.

-Tarda bastante en realizarse así que comencemos -

-Ya tenemos los ingredientes - Le dijo Amaya mostrando un maletín parecido al de Severus.

-¿Tienes un maletín de pociones? - Preguntó conmovido

-Yo no, Pansy -

El mayor vio a la niña que subió y bajó los hombros restándole importancia.

-Odio el desorden y descubrí que es la me-

-Mejor manera de tener todo en orden, lo sé - Interrumpió Severus.

-¿Nadie te ha dicho que no debes interrumpir Snape? - Le preguntó fingiendo molestia.

-Empieza a sacar los ingredientes insolente - Ordenó este

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