Capítulo XIX

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"Cuervo ¿Qué hiciste?"

Después de eso pasaron el día juntos jugando y haciendo actividades, Artemis comenzó a llamar a Ginny pequeña Malfoy y Pansy le decía ahora Malfoy chica, por lo cual Ginny se sentía realmente feliz.

A la hora del almuerzo Artemis decidió subir a su habitación a cambiarse de ropa, gracias que Blaise derramó su jugo sobre la niña.

La pelinegra se dirigió directamente a su armario y al salir, ya lista, vio sobre el alféizar de su ventana a un majestuoso cuervo negro, pero tenía unos llamativos ojos pues uno era completamente negro y el otro azul cielo.

La niña sonrió al reconocer tal cuervo y se acercó a la ventana.

-Hiciste un largo viaje para llagar hasta aquí mi Cuervo - Habló acariciando su plumaje.

Se alejó un poco y vio como el cuervo se transformaba en Damián Pierce.

El joven tenía puesto un traje completamente negro, con su típica insignia de cuervo, su cabello recogido hacia atrás y una sonrisa que ahora era muy común en la presencia de Artemis.

-Buenas tarde mi Grimm- Saludó el chico.

-¿Qué haces aquí? No es que no me alegre verte, pero tu vives en el páramo Ravenclaw - Recordó.

-Dos horas volando, algo cansado, pero todo vale la pena si es por ti- Declaró.

Artemis sonrió antes de correr a abrazarlo y que este le correspondiera.

-Solo han pasado unos días y ya te extrañaba - Habló Artemis cuando se separaron- ¿Te quedas a comer? - Preguntó.

-No puedo, tengo que ir a casa de Clarissa, pero quería venir aquí priemro-

Damián estaba algo sonrojado a lo cual Artemis lo tomó como algo adorable y digno de burla.

-Pareces un tomate ¿Qué te sucede? - Preguntó la menor.

-Quería darte tu regalo en persona y... Pedirte un consejo- Explicó.

-¿Con cuál empiezas? - Preguntó la niña.

Damián sonrió y sacó un paquete de su bolsillo, era un cajita con incrustaciones doradas y de color azul marino.

-Ábrelo- Pidió.

Artemis no dudó antes de tomar la cajita y abrirla.

Dentro había un anillo azul marino con una gran D.

-No puede ser Damián, es precioso, pero es tu anillo, jamás te lo quitas- Recordó la ojigris

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-No puede ser Damián, es precioso, pero es tu anillo, jamás te lo quitas- Recordó la ojigris.

Damián Pierce volvió a sonreír con algo de gracia.

-Es el anillo de mi familia, tenemos la tradición de llamarnos con la letra D, por eso la inscripción, pero... Se supone que lo usamos hasta que tengamos un heredero conozcamos a alguien que marque nuestras vidas, le das el anillo a esa persona y se supone que se queda en tu vida para siemroe- Explicó.

Renegados [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora