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Minho rodó los ojos aburrido, había ido con la intención de divertirse pero terminó sentado escuchando las inseguridades de Hyunjin. En parte lo entendía, así que ahora no podía hacerle sufrir más de lo que ya estaba.

—Entonces—le cortó—¿No estás seguro de que te lo haya dicho de verdad?

—Siempre me rechazó los intentos de besos—Hyunjin caminaba de un lado a otro, aún ni siquiera se vestía por completo—Cuando dijo que lo podía besar pensé que estaba jugando, que era una broma.

—A Seungmin no le gustan las bromas.

—Lo sé

—¿Y por qué no le creíste?—Hyunjin sacudió su cabeza ansioso, tomando la camisa de la escuela para ponérsela—Se habrían besado.

—¿Y si en el momento en casi lo hiciera se hubiera reído de mí?—Minho veía el corazón roto a través de las expresiones inseguras de Hyunjin—no me habría podido recuperar. De por si es raro que me haya permitido besarlo, cualquiera como yo no creería qu-

—¿Cualquiera tan rechazado como tú?—inquirió.

—Sí, gracias—Minho sonrió, a veces Hyunjin perdía la paciencia. Le recordó a alguien, tenían personalidad diferentes pero se complementaban, ambos con el mismo gesto de desagrado cuando los molestaban.

Tal para cual.

—Pienso que deberías arriesgarte y plantarle un beso—aconsejó riendo—A Seungmin le hace falta.

—Eso sería feo—Hyunjin negó—No podría besarlo si él no quiere, tiene que existir consentimiento.

Minho se sorprendió, levantando las cejas interesado. Hyunjin mostraba ser un dulce muchacho y no un adolescente hormonal que perseguía a su mejor amigo por la biblioteca.

—Mh—pensó en una solución, una que terminara como lo planeó al inicio, Minho era un hombre de costumbres. Hyunjin despareció unos minutos, posiblemente para ponerse algo de ropa, dándole tiempo de diseñar la estratégia sin exponer a Seungmin—Lo único que te puedo decir es que Seungmin nunca te ha rechazado realmente.

—¿Cómo?—Hyunjin salió de un baño, gracias a Dios ya estaba vestido.

—Piénsalo, tú cada vez que le pedías un beso se lo decías a chiste—explicó concentrado—le hacías ver que no lo decías en serio, por eso que Seungmin te decía que no. A Seungmin no le gusta jugar, pocas veces ha demostrado tener interés en alguien.

—¡¿Tiene interés en mí?!—Minho quiso golpearse con algo, de todo lo que le había dicho captaba lo que menos importancia tenía.

Los siguientes minutos se la pasó convenciendo a Hyunjin de que fuese a buscar Seungmin, una escena dramática que le transmitiera a su amigo lo comprometido que estaba con sus sentimientos.

—Bien, te explicaré lo que harás...

𝐜𝐚𝐧 𝐢 𝐤𝐢𝐬𝐬 𝐲𝐨𝐮?/ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora