—¿Me amas, feo?
—¿Por qué me preguntas eso ahora?—murmuró contra la almohada, estaba demasiado cansado como para moverse—hace un rato me decías que era hermoso.
Sintió unas caricias en su espalda desnuda, sonriendo al recordar lo que esas manos habían hecho de él, lo que provocaron.
—Lo hice para poder acostarme contigo—se echaron a reír, cubriéndose con las mantas. Hyunjin le abrazó con cuidado, besando la piel de su hombro—Broma, sabes que eres hermoso.
Seungmin lo sabía. Con el tiempo pudo descubrir el extraño humor de su novio, a veces decía chistes que apestaban a cinismo, en otras trataba se reflejar lo que verdaderamente sentía, y en estas situaciones decía bromas que resultaban ser todo lo contrario.
—Sí, Hyunjin—volvió a la pregunta inicial, alzando la mano a través de la oscuridad para llegar al sudoroso cabello del pelinegro—Te amo.
—También te amo, feito—Seungmin se quedó dormido con una sonrisa, recordando los momentos que lo habían llevado a pasar su primera vez con el chico que vio en un frío día de invierno hace dos años cuando lo transfirieron a esa escuela.
Seungmin al inicio pensó que sería agradable acercarse y ser su amigo, hasta ese entonces solo tenía a Minho y le estaba aburriendo, además, ese nuevo muchacho era lindo, muy lindo. Sin embargo, detuvo cualquier conversación cuando se dio cuenta que tenía otros intereses por el nuevo, algo se retorcía en su estómago al verlo sonreír y reír, especialmente cuando subía las mangas de su camisa blanca por el calor y se peinaba el cabello acalorado. Al pequeño y extraño Seungmin le gustaba Hwang Hyunjin.
Fue una sorpresa total cuando meses después ese peculiar compañero llegó a su lado sonriendo con simpatía, más guapo que nunca. Seungmin creyó que le pediría ayuda en alguna tarea, quizá hasta venía a molestarlo, así que actuó rudo para alejarlo, era mejor no involucrarse. Pero cuando Hyunjin insistió tantas veces en esa semana por hablarle que no le quedó de otra que detenerse y preguntarle qué diablos tenía en su contra que lo acosaba sin parar. La respuesta de Hyunjin fue lo que marcó la futura relación de ambos;
—¿Puedo besarte?
Seungmin inhaló y exhaló repetidas veces, buscando paciencia. Eran como golpes en su corazón, Hyunjin quería jugar con él.
—No, nunca.
Seungmin despertó con la misma sonrisa, observando con fascinación las bonitas facciones, el brillo de la piel y las marcas de uñas en los brazos de Hyunjin. Se preguntó cómo estaría la espalda, anoche habían sido un poco rudos desde la vez pasada, soltándose un poco al intentarlo con más experiencia. Se acercó al rostro de Hyunjin, acariciando los rojizos labios.
—¿Me darás un beso o te quedarás provocándome?—la sonrisa lo delató, Hyunjin se estaba divirtiendo teniéndolo en su cama. Seungmin frunció el ceño, pegándole suave en la mejilla—Lo siento, lo siento, seguiré fingiendo que duermo.
—Sí—Hyunjin asintió, borrando la sonrisa. Seungmin negó, volviendo a lo suyo antes de que Hyunjin lo interrumpiera. Se sentó en la cama tapándose con la sábana, inclinándose a la cabeza del hombre que tenía debajo.
Seungmin lo besó, y Hyunjin también lo hizo. Se besaron tanto que no solo se pasaron el resto de la mañana haciéndolo, sino toda la vida.
Fin.
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no sabía cómo terminarla, esta historia la hice para divertirme así que no tenía un punto en el cual detenerme cuando finalmente lograran besarse.
muchas gracias por leer las aventuras de Hyunjin por conseguir un besito de Seungmin<333
nene.
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𝐜𝐚𝐧 𝐢 𝐤𝐢𝐬𝐬 𝐲𝐨𝐮?/ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿ
FanfictionSeungmin no entendía la maravilla de besarse, se negaba a juntar la boca con otra persona. Hyunjin se muere cada día intentando que Seungmin le permita besarlo, implementando técnicas de seducción a toda costa. "¿Mis labios no te parecen atractivos...