𝐜𝐚𝐧 𝐢 𝐤𝐢𝐬𝐬 𝐲𝐨𝐮?/ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿ

22

—¿Por qué no quieres besarme?

—Dijiste que nos íbamos a dar abrazos.

—Dame un beso, uno.

—Este no es el lugar

—Ningún lugar es para ti—Hyunjin estaba sentado en el lugar que solían ocupar cuando se pasaban las tardes en la biblioteca. Tenía una sonrisa satisfecha en el rostro que Seungmin quería borrar con su puño, ya era obvio que tramaba algo con Minho—¿Sabes? Creo que voy a inscribirme para participar en las actividades del centro de estudiantes.

—¿Y eso qué tiene que ver con el beso?—ahí está. No importaba que Hyunjin no lo besara, siempre traía de vuelta el tema.

—Ah, ¿No te enteraste? Este año habrá un stand de los besos—La sonrisa desapareció—Todo sea por recaudar dinero para la escuela—sintió la adrenalina fluir cuando Hyunjin estuvo a centímetros de su rostro en segundos, sus nariz chocando con la suya—¿Ocurre algo?

—¿Por qué?

—¿Por qué qué?—retó complacido, cruzándose de brazos para separar sus torsos. Hyunjin elevó las cejas, no se veía en los más mínimo afectado por Seungmin, es más, es como si la situación estuviera a su favor de nuevo, aspecto que hizo al más bajo preocuparse.

—¿Por qué no solo me besas y ya? Bésame—alentó.

—No, bésame tú—lo tiene que hacer él. Seungmin estaba perdiendo la paciencia, no entendía cómo Hyunjin no se daba cuenta de lo que realmente ocurría—Aag, Hyunjin, dime la razón por la que no quieres besarme, ¿Ya no te gusto?

Por favor no.

—¿Qué cosas dices? Me gustas, Seungmin, me gustas mucho.

—¿Entonces qué está mal?—la postura de Hyunjin cambió, dejó de estar a la defensiva. Seungmin quiso abrazarlo, como se suponía que sería al inicio, se sentía ignorado por los lindos ojitos de la persona que de la que estaba enamorado—¿Qué estoy haciendo mal?

—Seungmin, no estás haciendo nada malo—lo acunó con sus manos, Hyunjin le regaló una sonrisa y un beso en la frente, respirando sobre su boca. Seungmin suspiró, estaban tan cerca y a la vez tan lejos, debía impulsarse y alcanzaría eso que desde que era niño temía. Su corazón saltó como loco, provocando que chocara la cabeza con el librero de atrás, alejándose de los labios contrarios—Eso es a lo me refiero, mi vida.

—¿Cre-crees que no lo quiero?—susurró rendido, las manos de Hyunjin eran su lugar seguro.

—No, tú si quieres—pero...— el problema es que aún te da miedo, y no voy a besarte si no estás completamente de acuerdo, no quiero que tu primer beso sea porque te sientas presionado.

—¿Presionado?—Seungmin abrió los ojos cansado, sus ganas de seguir fingiendo que no era mentira se estaban ahogando entre el bellísimo sentimientos de sentirse querido y apreciado.—No me estás presionando.

—Lo hice antes, y lo lamento mucho—Seungmin quería mucho a ese hombre, lo adoraba—El momento llegará, será bonito e inolvidable, no una sensación temerosa ni un recuerdo traumante. Seungmin, quiero que nuestro beso sea porque estás preparado, no porque sientas que es algún tipo de obligación.

—Sabes que te quiero mucho, ¿Lo sabes, cierto? porque debes saber que te quiero mucho—Hyunjin le tomó de la nunca y lo abrazó, un gran abrazo de oso que revolvió sus cabellos con dulzura. Seungmin le sostuvo por la cintura, esa carga que desde hace días estaba pegada a su corazón había desaparecido—¿Cómo supiste?

—Te observo, siempre estoy pendiente de ti—lo apretó más fuerte, no quería irse jamás de los seguros abrazos de Hyunjin—Además, tuve ayuda de Minho.

—Ese idiota, ¿entonces no están tramando nada?

—Por supuesto que no, nunca haría algo para hacerte daño—se separaron sonriendo, a Seungmin le gustaba lo amable que era Hyunjin, cada día le sorprendía la inocencia y simpatía que sus gestos expresaban, la suavidad con que hacía las cosas, era como ver un ángel—Por cierto, eso del stand es mentira ¿no?

—A la única persona que estoy dispuesto a besar eres tú.

—Me parece—se agarraron de las manos,  ambos felices de haber solucionado el malentendido—Y para ser pareja no necesitas besar, Seungmin.

¿Ah? Se sonrojó de inmediato, odiaba cuando le invadían la timidez.

—Existen los novios que no se dan besitos.

—¿Quieres decir?—Hyunjin quitó la mano de la suya para rascarse la roja oreja, sonriendo avergonzado—¿Qué?—insistió nervioso.

—Seungmin, ¿quieres ser mi novio?