𝐜𝐚𝐧 𝐢 𝐤𝐢𝐬𝐬 𝐲𝐨𝐮?/ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿ

20

—Dije que me gustas, Hyunjin—el chico de las mil bromas se abalanzó encima como una pluma, abrazándolo con cuidado. Seungmin se quedó congelado unos segundos, no esperaba que reaccionara cariñoso, se imaginaba la negación y sorpresa—¿Hyunjin?

—¿Estás jugando conmigo?—susurró cerca de su oído, antes de que Seungmin respondiera el más alto se adelantó—No, tú no juegas.

—No lo hago—Seungmin se encogió, para ser su primera confesión no estaba teniendo la respuesta que quería. Se recargó de igual forma en Hyunjin, escondiendo la cabeza muy cerca de la suya—¿No dirás nada más?

—Si yo te gustara realmente...—comenzó a hablar, acelerando la tranquilidad que Seungmin mantenía desde hace años, la ansiedad se comía su cabeza—¿Me besarías?

Quiso reír, así que lo hizo.

—No da risa, llevo rechazado meses.

—No voy a besarte, Hyunjin—ambos se separaron unos centímetros, sin querer la ropa de Seungmin se había mojado por culpa del cabello del más alto. Un puchero apareció en los rojizos labios de Hyunjin, que combinaban tiernamente con sus mejillas. Seungmin le observó con atención, había esperado mucho tiempo para estar así—Tú vas a besarme

—Vaya—cerró los ojos avergonzado, si Hyunjin en ese momento estuviera preparado para darle un beso, unirían sus labios ese día, dando un fin a la rutina—Ah.

—Siempre te quedas sin palabras cuando digo cosas así, no lo hagas, me pones nervioso, no me gusta estar nervioso, y si me pones nervioso me voy a enojar, no se—lo callaron con un beso, uno que cayó directamente en su mejilla derecha acompañado de una caricia en la espalda—¿Qué fue eso?

—Un beso.

—¿En la mejilla?

—¿Querías en la boca?—Hyunjin se espantó, la repuesta era obvia; Seungmin quería un beso en la boca—Es muy pronto, recién hoy sé que te gusto.

—Entonces bésame—pidió desesperado, ¿Por qué no lo hacía? Quería vivir la experiencia del primer desastroso beso con Hyunjin—Hazlo.

—¡No!—su chico se desplomó en el césped, cubriéndose con el bolso se Seungmin—No tienes vergüenza.

Seungmin sonrió feliz, le gustaba demasiado lo pudoroso que podía a llegar a ser, era como un inocente gatito que se escondía o gruñía cuando le daban atención, pero si lo ignoraban exigía a gritos que le acariciaran las orejas.

—Hyunjin, si me hubieras pedido un beso de forma sincera hace meses...yo te lo habría dado—admitió con un poco de pena, en ese tiempo ni siquiera se conocían bien, pero si Seungmin hubiera visto que lo de Hyunjin iba en serio le habría entregado el corazón de inmediato—Imagino que Minho te lo dijo, y que él está detrás de tu entrada dramática.

—¿Cómo sabes?—Seungmin se acostó a su lado, tomando su mano. Los ojos de Hyunjin se ampliaron, pero no se alejó.

—Sé todo, Minho es predecible.

—Eso asusta

—Lo dije con esa intención—se quedaron callados, viéndose al los ojos con dulzura. Seungmin pensó que pasaría toda la vida queriendo tocar el lunar debajo de su ojo, así solo lo hizo; estiró la mano y acarició la mejilla contraria, causando que los párpados de Hyunjin bajaran—¿Cuántos lunares tienes por el cuerpo?

—¿Los quieres ver?—la sonrisa se deslizó por la boca de Hyunjin, aún avergonzado no perdía el toque de ser coqueto cuando la situación le convenía—Y no es broma.

Fue el turno de Seungmin de sonreír, eso estaba bien.

—Quizás—tocó su lunar satisfecho, dejando la cabeza descansar sobre el pecho de Hyunjin, tenía una vista maravillosa desde allí—Eres un tonto.

—¿Contexto?

—No hay, solo lo eres—lo que más le gustaba de Hyunjin es que podía decirle esas cosas sin que se sintiera mal, muchos decían que sus bromas podrían herir a los demás, pero Seungmin no decía bromas, si decía que era tonto es porque es tonto y punto, no le iba a mentir a Hyunjin diciéndole algo que no era—Eres un tonto porque saliste con el cabello mojado, podrías enfermarte.

—Valió la pena.

—Hyunjin—lo llamó

—¿Si?

—Dame un beso.