34- Veinticuatro horas

7.9K 779 168
                                    

Un dolor palpitante en mi cabeza me obliga a abrir los ojos con lentitud. 

Trato de adaptarme a la luz del lugar dónde me encuentro.

Los recuerdos de lo sucedido antes de desmayarme viene a mi cabeza. Suspiro y consigo distinguir la sala médica.

Lo último que recuerdo es que alguien me encontró antes de que me desvaneciese en la arena.

Me levanto adolorida, me duele todo. Miro mi mano envuelta en una venda, mi dedo corazón e índice están pegados con esparadrapo, creo que me los he roto.

Uno de mis pies también está vendado en el tobillo y desconozco el porqué.

Me siento en el colchón tirado en el suelo de la estación médica y mirando mi alrededor puedo darme cuenta que está anocheciendo, otra vez.

Le empiezo a tener un asco a la noche que no va haber nadie que me lo quite.

Trato de ponerme en pie pero escucho unas pisadas apresuradas detrás de mí. Miro sobre mi hombro y veo a Justin correr en mi dirección y volver a tumbarme.

—Hasta que despiertas, sirenita— su tono es comprensivo pero soy capaz de ver el alivio en su expresión— Ni se te ocurra moverte ¿Vale? Iré a por la señora Anderson.

—¿Qué? ¿Por qué?— pregunto confusa.

Él solo me sonríe antes de salir corriendo en alguna dirección.

Tardo unos segundos antes de ponerme de pie y tratar de dirigirme a la puerta, pero soy interceptada por Dylan.

—Alala, que gusto que hayas despertado— me sonríe y yo asiento— Pensábamos que al final si quedarías en coma. Tendrías que verles la cara a todos cuando lo comentó Judith, pero yo sabía que despertaría...

—¿De qué mierda hablas?— pregunto desorientada con el tema de conversación.

Él me mira confuso unos segundos hasta que me mira aterrado.

—No lo sabías ¿Cierto?

—¿Saber el qué? ¿De qué coma hablas?

Él mira nervioso en todas direcciones antes de mirar sobre mi hombro y el alivio acude a él.

—Ahí vienen Justin y la señora Anderson. Qué os lo paséis bien— y sin decir más se va casi corriendo.

Miro sobre mi hombro y veo la expresión molesta de Justin, le sonrío inocente.

—¿Qué es lo que te dije?— me acusa.

—¿Qué use protección?— murmuro divertida pero el recuerdo de Bryan me borra un poco la sonrisa. ¿Seguirá encerrado en la cueva? 

—Ja, ja, ja. Muy graciosa.

Miro a la señora Anderson que muy lejos de estar molesta me mira con ojos cristalizados y antes de siquiera poder abrir la boca ella me atrae hacia ella y me abraza. Lo correspondo confusa después de unos segundos.

—Me alegra tanto que estés bien, cielo.

Al separarme le sonrío y ella y Justin me obligan a volver al colchón. 

Quiero decirle a Lucas lo que ocurrirá esta semana pero no tengo pensado decírselo a ellos, puede cundir la anarquía y no es lo que nos conviene.

—¿Alguno puede explicarme que es eso de que casi me quedo en coma?— pregunto después de que la señora Anderson junto a Justin me hagan las revisiones protocolarias.

Ambos se quedan de piedra y palidecen.

—¿Quién te dijo eso?

—Dylan.

Bryan ; La Isla De La Anarquía (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora