Bryan ; La Isla De La Anarquía (EN PAUSA)

32- Aclaraciones

Abro los ojos con lentitud y me remuevo un poco sobre la blanda superficie. Sonrío somnolienta al ver a Bryan debajo de mí, despierto.

—Hola— murmuro roncamente y Bryan me sonríe un poco.

—Hola.

Recuesto de nuevo mi cabeza en su pecho mientras noto una de sus manos acariciarme el pelo. No se me pasa por alto el que ambos estamos desnudos.

Me siento cómoda así y cierro los ojos, es la única vez desde que estoy en esta isla que no estoy alerta de que me pase algo.

Suspiro y a mi mente se viene el hecho de que no sé cuanto tiempo ha pasado desde que estoy "explorando".

Me levanto con pesadez y busco con la mirada mi ropa, Bryan e sienta y me mira confuso.

—¿Qué pasa?

—Nada, solo que creo que debería irme ya. No sé cuanto tiempo llevo dormida y se supone que tengo que llegar cuando anochezca.— lo miro y sonrío un poco, en verdad no tengo ni idea de cómo hablarle ahora ya que no sé si él se arrepiente de haberse acostado conmigo. Encuentro la camiseta y la cojo.

—No, quédate.

No me deja contestar cuando me agarra de la cintura y me sienta en sus piernas, dejándome a horcajadas sobre él. Me abraza por la cintura y me aprieta contra él justo después de que me ponga la camiseta.

—Estabas mejor sin ella.

Rio al escucharlo susurrar eso en mi cuello.

Suspiro al notar como presiona sus fríos labios contra mi piel cálida. No voy a mentir, Jared le enseñó bien, en muchos sentidos.

Bryan mete las manos por debajo de mi camiseta y me acaricia con sus grandes, fuertes y ásperas manos.

Cierro los ojos mientras noto como sube sus besos por mi cuello hasta mi mandíbula para después dejarlos caer en mis labios. Al principio es solo una presión pero después empiezan a moverse.

Nos besamos durante unos minutos, esta vez no es desesperado aunque sí torpe, pero sigue siendo adictivo.

Nos separamos y todavía con los ojos cerrados apoyo mi frente contra la suya.

Cojo aire y abro los ojos, él me está mirando con los labios rojos y entreabiertos. Me abraza y deja nuevamente su cabeza en el hueco de mi cuello.

—Puedes preguntarme lo que quieras— dice después de un buen rato en el que estamos en silencio, yo sentada sobre su cuerpo desnudo y yo estoy únicamente cubierta por mi camiseta.

—¿Qué?— pregunto confusa-

—Tienes muchas preguntas ¿no? Te responderé todo aquello que pueda. Te lo prometo.

—¿Por qué?

—Tú solo hazlas, occhi neri—me aprieta más la cintura haciéndome sentir su erección debajo de mí.

Cojo aire y trato de enfocar mi mente ya que tener la erección de Bryan debajo de mí a sabiendas de lo que me hizo sentir hace unas horas no me ayuda en lo absoluto.

—¿Por qué eres diferente al resto de los tuyos?

Él queda en silencio unos segundos en los que creo que no va a contestarme.

—Porque soy más peligroso y poderoso que ellos. No tenemos un nombre en especial, nos solemos referir a nosotros mismos como "aldea". Todos cumplimos unas características físicas y psicológicas. Normalmente nacemos siendo rubios de ojos lilas, nuestro metabolismo es rápido, nos alimentamos de carne, somos ágiles y veloces, podemos respirar bajo el agua, somos extremadamente inteligentes, disfrutamos del dolor ajeno, nos curamos con rapidez y en muy pocas ocasiones podemos sustraer dolor ajeno y tenemos otro tipo de habilidades.