–Ese mocoso… se suponía que ya debía de estar aquí– dijo Jayden cruzado de brazos y recostando su espalda sobre uno de los grandes pilares carmesí en la icónica entrada a Chinatown– a este ritmo no lograremos llegar a tiempo a algún buffet.
–Tiene mi número: si por alguna razón iba a atrasarse, debió de llamarme– respondió la mujer de cabellera plateada con cansancio– mejor le hablo yo, es posible que se haya perdido en la ciudad– Enseguida tendría su celular en mano marcando de inmediato, siendo respondido por el muchacho que los atrasaba.
–Hola, Yuri–respondió Allen.
–¿Dónde estás?– contestó directa y con clara molestia en su hablar.
–En el lobby del hotel que reservamos esta mañana en el tren–contestó el chico.
–¿Acaso no te dije que me esperaras en la entrada de Chinatown?–habló la peliplateada– Quedamos en que todos nos encontraríamos aquí para ir a cenar, ¿qué haces en el hotel?
–Surgió un inconveniente–contestó, tratando de sonar profesional. Todo lo que consiguió fue irritar a la otra–además, todos los restaurantes del barrio están alquilados para fiestas privadas.
–¿Cómo sabes eso?
–Es 4 de Julio en la noche, ¿tú qué crees?
–¡Creo que eso no justifica que me desobedezcas así! ¿Qué clase de “inconveniente” pudo “surgir” para que ir allá fuese la mejor opción?
–No puedo decirlo: podrían estar escuchando.
–Su pinche madre, ¡¿quiénes?!
–Será mejor que vengas aquí: te lo puedo explicar, pero no te vayas a enojar.
–Creeme, ya pasamos eso hace rato.
–De igual manera ven, necesitamos hablarlo seriamente–
Yuri cortó la llamada tras escuchar eso, solo se preguntaba qué era ese inconveniente y cuánto más podrían aguantar traerlo con ellos si iba a seguir haciendo lo que quisiera. Jayden vocalizó esa duda mejor:
–¿En serio tenemos que seguir trayéndolo con nosotros?– le contestó el vaquero con irritación— No solo nos está retrasando OTRA VEZ, sino que no encontraremos otro restaurante libre este día.
–Él no tiene la culpa de eso– contestó la gótica– la comida es una preocupación menor.Que los restaurantes estén cerrados es sentido común, no podemos hacer nada.
–Eso no quita que este no era el plan– le reclamó Yuri– ¿Qué hará si en algún punto nos involucramos en un tiroteo?
–En primer lugar ustedes no lo quieren preparar adecuadamente aún, ¿e igual esperan a que haga todo bien a la primera?–contestó KC intentando ser razonable.
–ESPERAMOS que siga órdenes, así de sencillo–finalizó Yuri– da igual. iré a buscarlo ahora mismo, ustedes vean si encuentran algún restaurante abierto.
La penumbra se apoderó una vez más de la ciudad, aunque esa noche sería especial, con un gran espectáculo de luces que iluminarán el firmamento. Ambos muchachos tomaron la decisión de caminar hacia aquel famoso barrio que tenía por todos lados esos letreros neón y con una predilección por el color naranja cálido proveniente de varias farolas de diseño asiático.
A pesar del idioma global que ahora todos comparten, aún había mucha influencia oriental en lugares cómo estos, orgullosos de sus legados culturales. Ya que ninguno de ellos era particularmente versado en la cultura, no pudieron descifrar el significado detrás de ni un solo símbolo. Como era de esperar, cada negocio por el que pasaban ya estaba cerrado o repleto de gente. En algunos se veían familias que esperaban el espectáculo de la noche, especialmente los infantes, a los que les parecía una eternidad el solo hecho de esperar un par de horas más. Fue un largo recorrido a pie que no trajo ninguna novedad, confirmando así que todos los locales estaban cerrados por ese día.
ESTÁS LEYENDO
Leyendas De Gaia 1: El Caballero Soñador
RandomLibro 1 de Leyendas de Gaia: El Caballero Soñador Allen Park es un chico con el sueño de convertirse en un héroe, y parece que finalmente podrá avanzar al embarcarse en su primera misión cómo cazarrecompensas. Pero en el mundo lleno de magia, suspe...