Capítulo 8: Heridas Superficiales

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Las balas volaban y los gritos de la bestia resonaban entre la naturaleza, intensos, como si las heridas que le hacían dolieran de una manera más fuerte a la que nosotros podemos sentir.

Los dos pistoleros, al llevar solo la munición mínima para una misión de búsqueda y un extra si se presentan este tipo de inconvenientes no podrían seguir mucho más tiempo. Pero parecía que ese espectro no caería ante nada y todos los agujeros de bala de mediano calibre empezaban a hacer mella en su moral. Yuri habría puesto en marcha el plan que entre los tres improvisaron: al ver el tamaño del espectro concluyeron que sería buena idea atacar a sus pies mientras este desperdiciaba tiempo valioso estampando su cráneo en el suelo frente a él.

—¡ES LA HORA!— gritó Jayden, recién acabando su ronda de municiones.

A lo que Yuri respondió corriendo tras el espectro con su espada, sus fuertes golpes destrozaron la parte baja del fémur del espectro, cosa que este ya tenía pensado, gritando en un estruendo tan alto que se habría escuchado con facilidad en la ciudad más cercana. No acabó hasta que Yuri destrozó parte de su mandíbula en el lado derecho de la misma forma. Siguiendo el plan, no esperaron para correr en dirección a la chica elfo. Allen fue el primero en alcanzarla y tomaría a Gabrielle de la mano, a lo que ella reaccionaría amenazante.

—¡Suéltame asesino!!— exclamó Gabrielle a Allen, con más terror que irá.

—Te estamos intentando ayudar, al menos intenta colaborar con nosotros— respondió Allen, quien apenas tomó su mano se echó a correr, con ella aún negándose.

El resto le seguiría, pero Jayden aún tenía sospechas sobre la elfa. Con pistola en mano se detendría para disparar a Gabrielle, pero tropezó gracias a unas manos esqueléticas que sujetando sus tobillos lo arrastraron en dirección al espectro. Los demás darían media vuelta al escuchar los gritos de auxilio de Jayden. Ahora estaba en manos del espectro, quien seguía en el piso y llevándolo a su boca. El pistolero resistiría mientras lo ayudaban, usando sus pies para parar los dientes del espectro, manteniendo su boca abierta y evitando que lo mastique, luchando contra la presión que en algún punto rompería sus piernas. Yuri y KC llegaron rápido, la primera respondiendo con un golpe tajante en la nuca del espectro, desprendiendo su cabeza del cuerpo, mientras que la última dispararía con una de sus escopetas recortadas al hombro de este esqueleto gigante, el cuál finalmente liberaría a su pareja del apretón. Jayden, al encontrarse libre, tomó una bocanada de aire antes de hacer una señal para correr en dirección a donde Allen había ido. 

Mientras tanto, la elfa y el chico debían dar una explicación. Él aún no confiaba en la elfa, después de todo solo ella pudo haberlo invocado; era claro que quería acabar con ellos. No lo diría, pero él acabaría con ella cuando tuviera oportunidad: era lo único que pasaba por su mente. 

Allen seguía sin mirar atrás como dijo Yuri, con su kukri en su mano y en la otra aún sujetando con fuerza a Gabrielle, quien seguía llorando impotente, tan asustada que no podría invocar ninguna magia que la ayudara a escapar de este humano. A unos metros delante había un páramo plano no muy grande lleno de hierba el cual los cazarrecompensas alcanzaron luego de huir: allí verían a los dos chicos aun corriendo. Las dos mujeres se detendrían poco tiempo y luego saldría Jayden con el arma en mano, viendo la oportunidad perfecta para matar a la elfa. Su puntería era perfecta y era muy difícil que fallara a esa distancia. Dió dos disparos que asustaron aún más a los dos chicos que corrían. 

—¿¡Qué te pasa!?— gritó con furia KC hacia Jayden— Este no es el plan!— el pistolero haría caso omiso y procedería a correr tras los chicos. Al mismo tiempo el retumbar volvió de entre los árboles, el guardián volvió a levantarse tirando unos árboles al páramo, ignorando por completo a Yuri y KC. De pronto todo estaba claro— la está defendiendo...Jayden es el único que la ha atacado directamente— diría ella antes de ir tras él con Yuri siguiéndola por detrás.

Leyendas De Gaia 1: El Caballero Soñador  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora