CAPITULO 13

9 5 0
                                    

La vibración del móvil me hizo brincar por sonar tan fuerte y entonces recordé que le había subido bastante el volumen por escuchar la banda one ok rock en mi habitación mientras estaba haciendo la tarea hace varias horas antes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La vibración del móvil me hizo brincar por sonar tan fuerte y entonces recordé que le había subido bastante el volumen por escuchar la banda one ok rock en mi habitación mientras estaba haciendo la tarea hace varias horas antes. Aunque ahora lo había abandonado un poco en la mesita de noche porque tenía que analizar la sustancia negra que había encontrado en la costa rocosa con un microscopio. El celular volvió a sonar y me asusté de nuevo, dejé a un lado la investigación y conteste.

—¿Hola?.

— Hola Emma — y con esa voz tan chillona sabía que se trataba de Liv, rodé los ojos, yo no quería ver nada con ellas y ahora gracias a mi hermana, estaría mucho más cerca que antes—. Disculpa que te interrumpa en lo que estés haciendo, pero no encuentro a Harper, ¿me podrías dar su número telefónico?.

—Ah, ¿Pero que quieres decir?— pregunté por pensar qué había escuchado mal, sin embargo, mis oídos no me habían engañado—. ¿Quieres su número? Pero no eres su mamá para cuidarla, ella esta bien, creo que ahora mismo esta pasándola genial con Thea en un centro comercial.

Casi me hacia echar chispas por los ojos gracias su actitud tan pegajosa de amor con mi hermana.

—Oh querida tranquila, si no me lo quieres dar, no tienes que hacer ese escándalo, puedes decirme no y ya.

Su tono de voz parecía molesto, tanto que podía alcanzar a escuchar un pequeño gruñido de su parte, pero es que como no me iba a negar, en realidad yo era la que tenía que enojarme, ¿Para que querían el número de Harper? Apenas se habían conocido y ellas ya querían algo serio. Suspiré profundamente y luego recordé los números de su móvil a regañadientes, sabía que mi hermana no me hablaría en semanas por no ser amable.

—Está bien, disculpa, no recordaba— dije de mala gana para que no pensara mal.

—De acuerdo, díctamelos— y con eso empecé a decirle cada número que pasaba por mi cabeza, luego, se los rectifique y cuando escuche el clic de una pluma, supe que ya había terminado de anotar—. Muchas gracias Emma, entonces te veré en la escuela...

—A espera... — le dije antes de que colgara, se me había ocurrido preguntarle algo.

—¿Si?— sonaba confusa y me puse algo nerviosa por parecer alguien entrometida.

—Emm... bueno... quería saber si saldrán hoy. Quiero decir... que si Harper las acompañará al parque o al cine... porque quería ver una película con ella.

—Oh, es eso — rio un poco al saber que mi duda era insignificante—. Veo que ya conoces nuestros planes y... tienes razón, hoy iremos a la feria, ya le avisé a tu hermana, así que  puedes preparar palomitas para alguien más. Te recomiendo que no la esperes porque llegaremos tarde. Ah, y no te preocupes por su seguridad, tu madre ya nos dio permiso. 

Fruncí el ceño cuando escuche eso, no podía creer que mamá  había estado de acuerdo en su propuesta, ¿Cómo es que no podían ver lo que yo veía? apenas habían pasado dos semanas después de la comida y la charla tan incomoda que habíamos tenido en casa, no le veía de donde tanta confianza. Además, dos días posteriores, esas raras chicas venían a buscar muy seguido a mi hermana para invitarla a salir a divertirse a cualquier lado que se les ocurría. Con eso puedo decir cuatro o cinco veces por semana. 

Sonidos del mar (1 libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora