Por primera vez Harper me pidió que eligiera una película que me gustará. En el cajón de madera no habían muchas de mi agrado, de hecho me gustaban más las series de fantasía y de terror, pero no tenía más remedio que elegir una.
Saque varias películas del estante y revise las reseñas así como sus portadas, pero no me convencía ninguna. Mire al fondo y vislumbre una imagen de una mujer con un cuervo.
La tomé y la mire a detalle. "Sangre maldita" decía en la portada, mire a Harper para que me diera su opinión, pero lo único que conseguí fue un gesto negativo de su parte. Kim me la arrebató, la destapó y puso el disco en el DVD. Sabía que mi hermano no quería perder más el tiempo en cosas triviales que no tenían sentido.
Harper y Kim se sentaron el sofá y esperaron a que se reprodujera.
Apagué la luz para que se pudiera ver con mayor claridad y me senté junto a mi hermana. Inmediatamente me pasó un tazón pequeño con frituras, las cubría una delgada capa de salsa color anaranjada que hacia que los granos de sal no se vieran.
Casi todas las películas empezaban con un lindo atardecer y terminaban siendo una verdadera calamidad, pero era mejor que ver escenas de romance y de sexo.
Mi celular empezó a sonar y no dude en sacarlo de la bolsa de mi pantalón, pero Harper me codeo para que mirará la película, así que tuve que volver a guardarlo.
Un fondo negro se hizo presente para luego mostrar una bella ciudad, los autos y las personas de la gran metrópoli me habían cansado incluso en la película, inesperadamente cambio de escena y pasó a un bosque con neblina grisácea, donde un par de hermanas de cinco años, caminaban por un camino lodoso, lleno de piedras con árboles a los lados. Una de ellas vio en el río un hermoso espejo de oro con varias piedras preciosas de distintos colores y no dudo en correr hacia el río, su hermana la siguió por instinto, pero no logró alcanzarla.
Rápidamente lo tomo y se miro en el. Al principio su rostro era el mismo, pero poco después en el reflejo, su edad iba aumentando. Asustada soltó el espejo dejándolo caer. Los pedazos de cristal empezaron a descender lentamente, enterrándose en los pies de la niña. Intento escapar, pero los vidrios traspasaron su piel hasta el suelo, y cuando trató de huir, se le desgarro la piel. Ella empezó a gritar del dolor y del miedo, pero era estaba siendo en vano, nadie la escuchaba.
Mi piel se erizo y mi hermana empezó a comer demasiadas palomitas y papas para calmar su miedo. Kim absorbían cada vez más rápido el jugo de naranja que había sacado de la nevera y yo sólo podía intentar sofocar el incendio que había en mi boca.
Volví a mirar y está vez un ser obscuro poseía su cuerpo por encima de un inmenso charco de sangre. Su cabeza giro los trescientos sesenta grados, sus ojos se tornaron negros y de su boca sacaba un montón de sangre. Fruncí el ceño y me encogí en el sofá.
La niña miro cerca de nosotras, haciendo que nos abrazáramos. Podía sentir el pulso acelerado de mi hermana junto al mío. La miramos detenidamente y de repente abrió la boca, dando un alarido gigante y horroroso. Kim se asusto y tiro todas las palomitas encima de nosotras.
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Sonidos del mar (1 libro)
RomanceCada 100 años las "Kelers" amenazan por salir de la superficie. Si los chicos se deja arrastrar por sus hermosos encantos, ellas absorben su energía para alimentarse y después desecharlos como basura. Emma se ha convertido en una ondina, pero su e...