Cada 100 años las "Kelers" amenazan por salir de la superficie. Si los chicos se deja arrastrar por sus hermosos encantos, ellas absorben su energía para alimentarse y después desecharlos como basura.
Emma se ha convertido en una ondina, pero su e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La mirada de confusión de Kim me provoco un vacío en el estomago mortal, pero que tuve que esconder muy bien para que Álex no se asustara con las suposiciones que quería escupir cuanto antes.
—Ay Kim, no me digas que no has visto vitaminas para el invierno ¿Por qué te asombras?— trate de sonar como si no me importara, caminado hacia la mesa para esconderla en mis manos y girar la etiqueta que podía delatarme. Por suerte, casi al instante me miro con culpa y me había permitido saber que se había creído mis palabras.
—Sí, claro que las conozco— sonó lógico girando los ojos—, pero ahora no es invierno, sabes que aquí es demasiado calor, ¿para que las necesitas?.
Abrí los ojos y trague saliva por su cuestionamiento. Esta zona se encontraba entre el mar y la ciudad, por lo que el clima variaba, pero casi siempre era cálida porque podíamos ver qué la gente vestía ropa holgada y se ponía bloqueador en la piel para evitar quemaduras.
Pensándolo bien, Kim tenía razón, ¿Para que quería unas vitaminas cuando el invierno no era tan gélido como en otras partes del mundo?. Aunque me surgía la duda de el porqué el frasco decía por anemia y no para evitar gripe o cosas provocadas por el clima. Tal vez la profesora Abby pudo equivocarse en vaciar las pastillas en el frasco vacío, reutilizándolo para evitar la contaminación.
Tenía la intención de ponerme del lado de mi hermano, pero la verdad consideraba una mejoria en los pocos días que las había ingerido. Mis malestares se esfumaron con tan solo tomarlas en dos semanas.
—Bueno... —pensé rápido en una excusa, guardando el frasco en la bolsa de mi pantalón—, las compré porque sinceramente no quiero enfermar... además... dicen los noticieros que vendrá una tormenta, quizá un tifón...
—¿Tifón? ¿Tormenta?— Álex y Kim preguntaron al unísono, mirándome con mucho escepticismo, casi brincando de su lugar. Me quede estática por no saber que reaccionarían así del tema y reí nerviosa para calmarlos.
—Ah... no lo sé chicos, el pronostico del tiempo también se puede equivocar— me rasque la cabeza y sus expresiones se relajaron al escucharme. Mire hacia el televisor para encenderlo y conectar la video— Bueno... mejor hablemos de la película que querías ver con Peter. ¿Por qué tanto misterio?.
—Oh, sí, toma. Se llama ciudad de hueso.
—Wow— exclame asombrada cuando mire la linda portada de la película, era bastante vistosa y mágica. Se podía ver la mitad del rostro de una chica pelirroja y de un chico rubio con tatuajes extraños y un símbolo que brillaba en el centro de ambos con una ciudad llena de edificios.
Kim estiro el cuello para husmear lo que traía en las manos e hizo una mueca antipático cuando alcanzo a ver un poco.
—Oh, es eso, ya me se la trama. Es algo aburrida, si quieren perder tiempo véanla porque yo me voy a mi habitación a jugar roblox— mofo, rodando los ojos. Luego dio media vuelta sin mirarnos y subió las escaleras de mala gana mientras le daba varios mordiscos a su manzana. Suspire y en seguida me dirigí hacia Álex para disculparme y seguir hablando de la película. No quería perder los estribos y deshacer su puerta a golpes en estos momentos.
