CAPITULO 19

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Thea y Lily habían venido a casa a comer por petición de mamá

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Thea y Lily habían venido a casa a comer por petición de mamá. Harper compro Sushi y palitos de cangrejo y algunas bebidas tradicionales de China en el local de la zona costera. Jugamos un poco al domino y a las cartas de "uno" que tenía mi padre guardados en el sótano. 

—Maldita sea, me ganaste de nuevo— dijo Thea, golpeando la mesa jocosamente.

—Lo hice— sonrió victoriosa Harper y yo me reí con Kim y Lily por ver tal escena. Mi hermana había lanzado cuatro reversas y tres más dos, además de que uso algunos comodines. Yo tenía cinco cartas en la mano, mientras que Lily y mi hermano tenían ocho por no tener del color solicitado en la partida. 

De la nada mi celular vibro y tuve que dejar de ponerle atención a la discusión para ver que era Peter. Di un suspiro y recordé que tenía que hablar con Kim. Demonios, se me había olvidado, ahora me quedaba poco tiempo para convencerlo. Me mordí el labio e intente hablarle, pero Lily me lo impedía. Entonces se me ocurrió la idea de mandarle mensaje.

—Oye hermano, ¿te gustaría tener una docena de galletas de chocolate?—  tan rápido como le di enviar, sonó y desbloqueo su celular para verlo.

—Sí ¿y por que la pregunta?— me quede un momento a pensar para explicarle y no alargarme tanto. Pero por supuesto que era algo bastante apetitoso y no podía negar el regalo.

—Lo digo porque te las daré, pero necesito que me ayudes en algo.

—¿En qué?

—No es nada complicado- mentira, si era y muy peligroso- Sólo me acompañaras a casa de una amiga.

—¿No puedes ir sola?

—No, es que... - tenía que fabricarme una excusa para que pudiera aceptar- es que hay un chico que me cae mal y quiero que me protejas.

—En ese caso puede ir papá, le diré que venga

—No, no, no— el corazón se me paralizo del susto y le tuve que implorar que no era tan grave como él pensaba - No, Kim, es sencillo, mira, acompáñame por favor y te daré esa docena de galletas y una caja de bebidas de chocolate.

Levanté con precaución la vista para ver cómo actuaba al respecto y me pude dar cuenta que hizo una mueca de que tal vez no estaba tan mal la oferta.

—De acuerdo— escribió después de pensarse muy bien las cosas- Aunque no me quedaré más de media hora- me advirtió y me dio un poco de alivio su respuesta. En ese corto periodo de tiempo podíamos hacerlo muy bien, seguro que no tardaríamos mucho y además iba a tener de compañía a Peter. 

Thea y Lily duraron un largo tiempo hasta tiempo después se fueron de casa,  Peter me había mandado varios mensajes a mi celular para ver si ya podía salir, pero no fue hasta las siete de la noche que pude desocuparme. 

—Listo Peter— le escribí cuando vi que Kim y yo pudimos salir de casa sin complicaciones.

—De acuerdo— respondió de inmediato, dándome a entender que sólo estaba esperando mi mensaje para salir de su escondite. 

Sonidos del mar (1 libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora