CAPITULO 20

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La tarde estaba soleada, el cielo había tomado un color cobrizo increíble y que me obligo a sacar varias fotografías antes de entrar al auto de Álex.

- ¿Lista?- me pregunto al percatarse de que ya había terminado y asentí para sentarme en la parte de adelante.

Le había planteado la idea de que podíamos caminar y no usarlo, pero tenía la intención de hacer un pequeño tour por la carretera con sus amigos, por lo que acepte.

- Seguro que les caerás muy bien a los chicos- dijo mientras conducía y yo no pude sonreír bobamente.

- ¿Eso crees?- pregunte porque no estaba tan segura de que yo pudiera darles una buena impresión. Me había puesto un vestido de color azul con mangas que me llegaba arriba de la rodilla y unas zapatillas blancas. Suponía que era muy casual, pero tampoco podía ir como arbolito de navidad para tomar sólo café, aunque sentía que Álex se veía mucho mejor, esa playera negra y esos lentes de sol obscuros le daban un toque de misterio.

- Por supuesto que sí, te vez muy hermosa y eres una chica increíble- sus palabras hicieron que me pasara un cosquilleo por todo el cuerpo y de nuevo pusiera una sonrisa de vergüenza- Te la pasaras genial Emm, no te preocupes.

Asentí con la cabeza y me mordí el labio nerviosa por escuchar un diminutivo de mi nombre . Realmente no sabía por qué me daba un poco de incomodidad estar solo con él, por suerte sólo era el tiempo de llegar a la cafetería y ahí todo se solucionaría con más compañía.

Después de que Álex condujera por las calles con música de fondo, aparco en el estacionamiento que proporcionaba la cafetería, bajamos del auto y entramos. En seguida pude ver las paredes pintadas de un tono beige y una fila de mesas marrones barnizadas dónde la gente tomaba bebidas y charlaban sobre cosas triviales.

Al fondo, un chico de cabello negro, alzo la mano y la meneo en el aire, no entendí y en ese momento de pensar, Álex me tomo del brazo y me condujo hasta su mesa. Me quede quieta hasta que uno de lo saludo y comprendí que eran sus amigos.

- Hola hermano, que bueno verte por aquí.- dijo y se levanto de su asiento para abrazarlo-. ¿Ella es de quién nos hablaste?.

- Sí- respondió Álex y yo solo sonreí.

- ¿Cómo te llamas?- pregunto el de chaqueta marrón y me di un tiempo para decirlo tranquilamente.

- Me llamo Emma, ¿Cuál es el tuyo?

- Genial Emma, soy Jack. Este de aquí es Jayden- señalo su lado izquierdo y encontré a un chico de piel bronceada con el cabello marrón que al instante me saludo de mano-. Él es muy divertido y carismático, algo malhumorado, pero no tanto como Michael, además de que casi reprobó biología en la preparatoria.

- No digas eso Jack- puso mala cara y todos soltamos una risita-. Sólo me confundí en llevar el material para la maqueta en grupo.

- Claro, compraste jamón en vez de jabón - Jack gruño y de nuevo todos comenzamos a reír. Aunque esta vez nos interrumpió un chico, empleado de la cafetería para pedir nuestro pedidos. Yo no conocía muy bien los sabores porque era la primera vez que la visitaba y entonces Álex ordeno por mi, seguramente tenía un sabor agradable para que lo dijera tan rápido, como si fuera su favorito. Por otra parte, sus amigos eligieron con mucha más calma.

Mire hacia la parte de una mesa para matar el tiempo, donde una pareja comía un pedazo de tarta de queso con frutos rojos, me pareció deliciosa con el simple hecho de verla, pero no dije nada. Volví a posar mis ojos la mesa donde nos encontrábamos y en eso cuando se retiraba el joven para enviar la orden de bebidas, Álex lo detuvo.

Sonidos del mar (1 libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora