El ambiente estaba lleno de silencio agobiante. Todos los invitados que llegaron para despedirse del señor Brown llevaban vestidos o trajes negros, un color que reinaba en el espacio en el que estábamos. Sabia que iba a ser así, pero al final del día acompañe a mi hermana y a mis padres porque en cierta forma habían compartido mucho con nosotros.
Saque un pañuelo de mi bolso para dárselo a mi padre quien ya tenía los ojos rojos de tanto llorar, lo acepto y enseguida las oraciones terminaron para después pasar a que las personas dijeran algo en el micrófono. Alice, la madre de las niñas se decidió a pasar primero y hablo con lagrimas todo lo que sentía y de lo maravilloso que había sido el señor Brown como padre, luego Catherine abrazo a su hermana para consolarla por lo doloroso que había sido su partida.
Cuando Alice termino, camino hacia el ataúd de madera y le dejo un beso sobre la madera barnizada. Lamentablemente no podían levantar la solapa porque se encontraba cruelmente desgarrado del rostro y podía ser perjudicial para algunos de los invitados, así que pusieron una foto como reemplazo. En seguida me dio escalofrió y le di las rosas blancas que Peter me había dado a Harper para que las dejara.
-¿Qué haces?-me pregunto mi hermana en susurro-. Ve a dejarlas.
-Es que no puedo.
-¿Por qué?
-Es que...- me interrumpí para pensar en una respuesta que sonara congruente, pero no la encontré- No lo sé, sólo no quiero.
Harper accedió después de tiempo, moviendo la cabeza negativamente y poniéndose de pie para caminar hacia el frente.
Peter me había dejado esas flores porque no había podido asistir, tenía que ayudarle a su madre con algunos problemas de la empresa dónde trabajaba, pero no quería ser descortés.
Después de media hora, las personas empezaron a salir de la habitación y mi padre nos indico que ya regresáramos casa. El cuerpo del señor Brown se quedaría otro poco más por petición de la familia y luego seria cremado. Catherine había implorado con susurros de dolor que no lo hicieran, pero es que no existía otra forma; su cuerpo destrozado no podía ser enterrado porque algún animal olfatearía la sangre.
Seguí a mis padres por detrás hasta llegar al auto. Pero justo en aquel momento me detuve en seco.
-¿Qué pasa hermana?- me pregunto Harper por ver que estaba preocupada viendo por todas partes del suelo y buscando por las bolsas de mis jeans- ¿Tiraste algo?
-No encuentro mi colgante- toque la parte de mi cuello y estaba vacía.
-¿No lo dejaste en casa?
-No. Nunca me lo quito y estoy segura de que si lo traía.
-¿Qué pasa Emma?- se giro mamá para ver que sucedía por escucharnos hablar y le aclare que no encontraba la gargantilla de corazón azul que me había regalado Álex, hizo una mueca para también buscar alrededor de nosotras, pero no había señal de ella-. Quizá la dejaste en donde estabas sentada.
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Sonidos del mar (1 libro)
RomanceCada 100 años las "Kelers" amenazan por salir de la superficie. Si los chicos se deja arrastrar por sus hermosos encantos, ellas absorben su energía para alimentarse y después desecharlos como basura. Emma se ha convertido en una ondina, pero su e...