❝-Quiero ser joven para siempre, y volver a lo que éramos antes.
-Espero que sea posible enamorarme rápidamente de ti otra vez... ❞
𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘 ___ y Peter son novios durante años
y evitan el separarse, por mi...
Despierto con la cálida brisa proveniente de la ventana mientras una delgada cortina vuela, noté que la sábanas cubrían mis pechos y el resto de mi cuerpo. Al acomodarme me percaté de que Peter no estaba conmigo, pero había una bonita caja y una lavanda encima, oía su bonito aroma y la dejé al lado mío para después abrir la caja. Un bonito conjunto de ropa y una nota:
❝Vístete y baja a desayunar conmigo, mi amor. Te amo -Peter❞
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Sonreí al leerla y jalé la cobija para buscar ropa interior en mi mochila, la saqué y de inmediato me vestí con lo demás. Peiné mi cabello con una media coleta y unos pocos mechones al frente, y un paliacate color mostaza amarrado con un bonito moño.
Salí del cuarto, bajando las escaleras percibía un aroma muy dulce. Es Peter cocinando el desayuno.
-Vaya vaya vaya. Jamás me imaginé que Peter Maximoff supiera cocinar -me acerqué a abrazarlo y me besó-.
-Tengo varios dones -reí-. En la sartén hay panqueques, leche tibia preparo huevos fritos y jugo de naranja recién exprimido.
-Me encanta todo esto! Cada día me sorprendes más cariño -besé su mejilla e iba poniendo los platos y cubiertos en una bonita mesa de madera con unas flores al centro-.
Escuché algo extraño, como un ladrido -Peter? -pregunté con cara confusa-.
-Que pasa amor -responde mientras sigue concentrado en la cocina-.
-Se escuchó un ruido, un ladrido exactamente -miré a los alrededores-.
-De verdad? No escuché nada.
Comencé a buscar y una caja estaba moviéndose, la tapa trataba de abrirse y me empecé a asustar. Así que la abrí y era un tierno, muy muy muy tierno perrito raza Golden. DIOS QUE TERNURA! Lo cargué y al mirarlo se acercó a lamer mi mejilla
-Peter? Un cachorrito!! Es muy bonito -Peter viene hacia mi y besa mi mejilla-.
-Otra de las sorpresas de hoy. Lo encontré solo en una caja, estaba dormido, sin comida, croquetas o dueño. Así que lo alimenté y después de irme me empezó a seguir. Supe que era el indicado para estar con nosotros.
-Dios Peter, es demasiado. Y es muy hermoso -reí-. Tenemos que definir los días de su cuidado. Yo lo haré viernes, sábados, ósea hoy, domingos y tal vez otros días más. Ya sabes, negocios en los que ___ está involucrada.
-Muy cierto, pero te ayudaré a cuidarlo los días en los que trabajes mucho.
-En serio Peter? No quiero que sea una carga pesada para ti.
-Tonterías, respeto tus tiempos, y yo tengo demasiado tiempo libre -reímos-.
-Qué haría sin ti Maximoff -me da un beso corto-.
Llené un tazón de croquetas y el perrito rápidamente corrió para comerlas, hasta pienso que come más rápido que Peter. Después de lavarme las manos me senté junto a Peter para desayunar un rico banquete, que son unos deliciosos panqueques.
Después de un rato riendo y conversando, terminamos de desayunar y estábamos algo llenos, los panqueques estaban de maravilla. Lavaba los platos mientras Peter jugaba o entrenaba al cachorro y le daba comida cada vez que hiciera un buen truco.
Me quedaba pensativa viendo a las aves y las nubes, sin duda este sería mi lugar favorito a partir de ahora, donde pasaré el resto de mis días con mi chico. Sentí que el tomaba mi cintura y daba besos por mi cuello, reaccionaba con pequeñas risas.
Volteé y lo comencé a besar con locura, cargó mi cuerpo para sentarlo en una barra que esta detrás de mi y nuestras lenguas tenían una especie de guerra. Decidí separarme de él aunque continuaba besando mi cuello y masajeando mis senos.
-Peter, basta -dije entre gemidos-. Fue demasiado anoche -no me hace caso-.
-No importa, me encanta hacerte mía -reí-.
-Maximoff? -dije convenciéndolo de separarse-.
-Bien -dice enojado y empezamos a reír-. Tienes razón, tenemos que descansar -hizo unas comillas con sus dedos- del sexo.
-Cierto -le doy un abrazo, trata de tocar mi trasero, pero le di un golpe en la mano-. Ok, tenemos que descansar -ríe-. Ah por cierto, lo olvidaba.
-Qué sucede Peter? -cruce los brazos negando con una sonrisa-.
-Espera acá.
-Contigo no tengo que esperar, eres rápido recuerdas? -reí-.
-Uy, cierto -en un segundo estaba con una bolsa color azul y un moño plata-. Taraan -movió la bolsa mientras sonreía y la puso en mis manos-.
-Qué es? -la agité un poco-.
-Ábrela -asentí-.
-Dios mío! -grité y doy pequeños saltos de felicidad-. Donde la conseguiste? Sabes que desde que te conocí he querido copiar tu estilo -reímos-. Una chamarra plateada muy coool!! Tengo que probarla ya -la saqué de la bolsa con la emoción al tope y me la coloque acomodando mi cabello-.
-Te queda mejor que a mi -dice Peter y con su velocidad me observa-.
-Lo sé -sacudí mi cabello con una pose-. Vaya, me encanta! Gracias cariño.
-Te amo mi amor -toma mi cintura y yo rodeo mis brazos en su cuello-.
-Yo te adoro Peter Maximoff, nunca lo olvides -niega sonriendo-.
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Hay una parte 2 de esto, les recomiendo esperar. Que emoción, esta historia siento que va a ser mi favorita.
