eleven. . . preparation

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Maratón 3/5

Narra ___:

Después de comer, salimos con toda la energía para ir a varias tiendas a probar sus trajes y mi vestido. Estaba emocionada al igual que Hank, mi padre, meh, no tanto, ha estado en algunas, pero para mi, es la primera de mayor importancia.

Hank no irá porque tiene que checar lo del tercer día, pero mi padre y yo si. El por lo mientras nos ayudará a escoger nuestro vestuario para la noche. -Primero a esta tienda ok? ___, ayúdame a escoger eh -dice mi padre y entramos-.

La tienda es bastante elegante, había smokings y corbatas por doquier, esperamos encontrar algo bueno -Bienvenidos, ¿en qué les puedo ayudar? -pregunta un señor alto muy elegante, y viejo-.

-Queremos dos trajes, para una cena de trabajo -dice mi padre-.

-Por supuesto, síganme por acá -avanzamos siguiendo al amable hombre-.

Nos mostró varios trajes y unas cuantas corbatas, Hank fue a ayudar a mi padre y yo permanecí sentada -Gusta una soda o alguna bebida?

-Una soda está bien, gracias.

-¿De dónde vienen?

-De Nueva York. Vinimos por negocios.

-Grandioso, los londinenses son algo serios y sin mucho sentido del humor.

-No me cabe duda -reímos-.

-Pero siempre y cuando sea un buen proyecto, lo lograrán.

-Gracias. Si sabe guardar un secreto, cierto?

-Soy todo oídos.

-Somos mutantes, queremos tener una alianza en todo el mundo con los humanos. No tener que escondernos.

-Eso está excelente, por supuesto que se hará realidad. Yo he escondido mi mutación desde hace años, nadie lo sabe hasta ahora jovencita -sonríe-.

-¿Cuál es su habilidad? -quita unos guantes que dejan al descubierto unas manos picudas de metal-. WOW! Es maravilloso.

-Te lo agradezco. Tengo la mutación de cambiar mis manos de estado, metal, madera, líquido, fuego, entre otros. Todos somos especiales señorita.

-Eso es cierto -asentí contenta, mi papá y Hank salieron y están muy muy guapos-. Gracias a Dios que soy tu hija -reímos-. Se ven increíbles.

-Teníamos unos trajes pendientes, pero estos se ven muy bien -expresa Hank-.

-Definitivamente, así que los llevamos -respondí y volvieron al cuarto para entregar el traje, mientras tanto, sigo disfrutando mi soda-.

Después pagamos los trajes y le dimos un agradecimiento al noble señor, mientras pensaba en que vestido ponerme para la noche, tenía la mente en blanco. Hank señalaba varias tiendas, no me llamaban mucho la atención la verdad. -Dios mío ___, esto no es tan difícil.

-Claro, es más difícil de lo que piensas. Mi vestuario original iba a ser un pants holgado con una camiseta de Nirvana -reí, pero ellos no-.

-Decídete de una vez o si irás con esa ropa -insinúa Charles-.

-Mmm, que tal esta?

-Por favor -entramos y en los escaparates habían muchos vestidos, tanto casuales como muy muy formales-.

-Buenas tardes, ¿en qué podemos servirle? -viene una señorita, apuesto que jamás se le borrará esa sonrisa-.

-Quisiera un vestido, no muy largo ni tan corto, ni muy pegado ni holgado, que sea apta para una cena. Espero que me entienda -reí-.

² 𝗙𝗮𝗹𝗹 𝗜𝗻 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗤𝘂𝗶𝗰𝗸𝗹𝘆 𝗔𝗴𝗮𝗶𝗻 ─ peter maximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora