twenty eight. . . my past

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Narra ___:

Al fin salí de mi cuarto, hace semanas que no he recorrido estos pasillos. Es sábado en la mañana y me he recuperado, varias cortadas siguen siendo visibles aunque otras están desvaneciéndose.

Estos dos días los alumnos descansan, así que van con sus familias a su hogar o se quedan acá. Así el caso de mis amigos, se quedan siempre que pueden. Jean lo ha echo desde que la conocí, Carson vivía con sus tías y las visita cada que puede, y Nat igual, sólo que quería ver a su hermano y estar con el.

Toqué la puerta, en días no había visto a mis amigos. Jean abre, los hermanos están jugando cartas. -___, ¿cómo estás? ¿Gustas pasar?

-No gracias. Voy a disculparme con papá y con Hank, los extraño mucho. He estado tres semanas sobria y algunas heridas sanaron.

-Me alegra mucho, ve con ellos.

-Mejor tarde que nunca. Te veo luego.

Bajé las escaleras, ¿y a quién me encuentro fumando en los pasillos? Thomas. Ese jodido imbécil.

-Señorita Xavier -dice dando una calada a su cigarrillo-.

-Thomas St. Tonto -arrebato el cigarro de su boca y lo aplaste con mi pie-. No puedes fumar en la mansión, recuerda que vives bajo mi techo.

-Perdona princesa, ¿va a castigarme?

-Mejor cierra la boca -avancé hacia la oficina de mi padre-.

Estoy enfrente de la puerta y tengo miedo de tocarla, supongo que sabe que estoy afuera, sólo que no quiere hablarme.

Pensándolo bien, me voy -___, pasa -dice mi nombre completo, ahí si tengo miedo-.
No dudé y entré, viéndolo hacer unos papeles y tomando un café.

-Hola -fue lo único que pude decir-. ¿Podemos hablar?

-¿Sobre?

-Algo que no sea mi sufrimiento, tal vez.

-Según tu ya hablamos lo suficiente -no quería verme, se concentra en sus papeles-.

-¡¿Puedes escucharme?! -levanta su mirada molesto-. Lo diré -mis ojos se tornan llorosos-, lo siento, siento mucho hablar así, sobre mamá. No tenía corazón, me sentía muy dolida en ese instante y sigo así y no se por cuánto tiempo esté mal. Tuve consecuencias al hablarles así, mi mente y mi cuerpo eran imposibles de controlar, no tenía conciencia del daño que me realizaba. El asunto es que, los extraño mucho, perdóname papá -me arrodillé llorando con las manos en mi rostro-.

Escuché su silla acercarse a mi, sin previo aviso, acaricia mi cabeza de una manera suave. Levanto mi mirada y el también tiene pocas lágrimas.

-Tranquila mi hija, yo también lo siento -me levanté rápido para abrazarlo-. Me alegra tenerte conmigo.

-A mi igual -levanté mi mirada y con su pulgar seca mis lágrimas-.

-¿Ya hablaste con Hank?

-No estoy lista para hablar con él. Lo herí mucho.

-Habla con el. Pero, quiero mostrarte algo antes. Toma asiento.

Estaba enfrente de él, saca una llave de su escritorio y se dirige a un cajón que estaba a unos metros de él. Estaba el con una caja, se acercó a mi mientras sopla ésta por el polvo -¿Qué es?

-Algo que te debí mostrar cuando cumplieras la mayoría de edad, no quiero que me odies por no decírtelo antes.

-No, claro que no -la abre y tiene una llave más en su interior, estaba demasiado confundida-. No comprendo, ¿abre una caja más o?

² 𝗙𝗮𝗹𝗹 𝗜𝗻 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗤𝘂𝗶𝗰𝗸𝗹𝘆 𝗔𝗴𝗮𝗶𝗻 ─ peter maximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora