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Meses después...

Narra ___:

En mi habitación hay felicidad aunque yo la perdí hace tiempo atrás, mientras Jean, Nat y Carson juegan UNO yo tengo la mente enfocada en un cuaderno. Escribiendo mis sentimientos en el y olvidándome de Peter por milésima vez.

-Ven a jugar ___ -exclama Nat animada-. Estoy a punto de darle una paliza a mi hermano.

-Ya quisieras -pone la última carta-. UNO! -hace un baile y Nat y Jean lanzan las cartas al centro-.

*baile de Carson*

-Demonios, esta vez te ganaremos -dice Jean y me mira aún con la mirada en la libreta-

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-Demonios, esta vez te ganaremos -dice Jean y me mira aún con la mirada en la libreta-. Hey linda, ven a distraerte con nosotros un rato.

-Y se lo que viene después, de que no he dejado ese cuaderno en semanas. Parece que haré un álbum completo si sigo con esta "depresión" -hice unas comillas y seguí escribiendo. Jean toma mi bolígrafo con sus poderes y volteé a mirarla-.

-Anda, solo un juego. Después puedes terminar tu álbum -reí ligero-.

-Bien, solo uno -me levanté de la cama para ponerme entre Carson y Jean-.

El juego empezaba y me sentía mejor por convivir con mis amigos. Poníamos una carta por una y así sucesivamente, a veces cogíamos muchas cartas mientras reíamos sin parar. No reía en mucho tiempo y la verdad me hacía falta.

Teníamos 3 cartas cada uno y se ponía interesante el juego -___ es tu turno -los miré pícaramente-. 

-Más cuatro más dos UNO más cuatro! -puse las cartas una por una y salté de felicidad por haber ganado-.

-"___, ven a Cerebro, tenemos que hablar" -dice mi padre en mi mente con una risa al final-.

-Tengo que irme chicos, mi padre me llama -tomé mi chamarra de mezclilla y corrí a Cerebro-.

Charles y Hank están en la entrada con una sonrisa sospechosa y los miro con el cuerpo algo congelado.

-¿Sucede algo? -pregunté y solté una risita, ellos abren paso a la silla de Cerebro-. ¿Acaso es lo que creo que es? -sonreí-.

-Exacto, usarás Cerebro -dice papá y corrí a abrazarlo-.

-Le hice unos ajustes para que estés más cómoda y que sea más seguro.

-Me gusta el tono azul. Ya sabes a quién me recuerda -reí y Hank sonríe-. Estoy lista.

¿Había nervios? Por supuesto, puse el casco lentamente pensando en lo bueno y malo que podía pasar. Hank por fin lo encendió y sentí una enorme vibración en mi cabeza, pero lo que veía era más que fantástico.

Las luces azules indicaban a cualquier humano del mundo, y la roja a todos nosotros, mutantes. Era increíble ver a cada uno de ellos y ver a todos en un aparato.

² 𝗙𝗮𝗹𝗹 𝗜𝗻 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗤𝘂𝗶𝗰𝗸𝗹𝘆 𝗔𝗴𝗮𝗶𝗻 ─ peter maximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora