thirty three. . . toxic

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Narra ___:

Después de la cena, todo fue diferente. Pensaba que Thomas era algo bueno, un nuevo chico que entraría a mi corazón y me hará "feliz" por un instante. 

Fue una total mierda pensar que el príncipe estaría con la reina.

Todo lo que hacíamos era discusiones, pleitos, peleas, violencia y reconciliaciones por miedo. Lo supe mientras él dormía, tenía miedo pero no tenía idea de cómo mostrarlo, así que conmigo desquitaba toda esa furia y terror que tenía dentro.

Después de dos meses de eso, decidí terminarlo todo. Quería sacarlo de inmediato de mi, de todos modos nada funcionaba con él. El era un cuadrado, y un círculo. Totalmente diferentes.

Entré a su cuarto, tomé sus maletas con absolutamente todas sus pertenencias y empaqué. Antes de que se diera cuenta, todo estaba en sus valijas, y así, se iría.

-Hola corazón -al escuchar su voz, parte de mi cuerpo quedó inmóvil. Si, le tenía miedo a Thomas. Fingía que todo estaba bien, pero no era así-. ¿Qué hacen mis cosas en las maletas?

Cierra la puerta con llave, y se acerca a mi de una manera intimidante, lo único que pude hacer fue retroceder hasta quedar contra la pared. Sintiendo su aliento cerca del mío y sabiendo que algo malo iba a pasar.

-Yo... sólo iba a llevar esto a la lavandería. Esta sucio -mi mandíbula me delataba, notaba mis nervios al 100. Se acercó a mi oído y el temor llegó más a mi-.

-Mientes... Sé que quieres que me vaya, o incluso peor, se que quieres "asesinarme" o hacer que no exista.

Al separarse de mi, vi una de sus lágrimas corriendo por su mejilla. Toqué su rostro, pasando por su cabeza, en donde descubrí su maravillosa actuación. Al carajo todo, sabe que tiene que irse de una vez.

-No seas tan dramático Thomas, no te queda. Se que todo fue mentira y nunca trataste de amarme como se debe. Todos esos "te amo" o "me importas" fueron para que te sientas querido por una vez en tu vacía vida -con su fuerza me ahorca contra la pared-.

-Sigues extrañando a tu noviecito, eso es lo que se.

-Suéltame.

-Nena tu eres mía. Te amo y me perteneces.

-No es verdad, yo soy y fui de Peter. ¡Jamás fui algo para ti! -sostengo sus manos para que me suelte, pero mejora su amarre-.

-El murió, corazón, estás conmigo ahora.

-Bueno, también tengo a una Bestia -Hank derriba la puerta y comienza a golpear y a lastimar a Thomas. Yo recupero el aliento-.

Hank lo dejó tirado en la pared con mucha sangre en su rostro. -¿Estás bien ___?

-Si, sólo que no respiro mucho -Hank sigue golpeando a Thomas, casi lo mataba-. ¡Para, para, para! No vale la pena -el idiota se levanta con moretones y sangre por doquier-.

-¡No quiero que vuelvas aquí! ¡Esta también es mi casa! ¡Si le vuelves a tocar o ver, esta vez morirás! -Hank lo amenaza aventándolo contra la pared-. ¡Ahora largo! -toma sus cosas y va a la puerta-.

-Te volveré a ver Xavier, y a ti también peludo -se retira-.

-¿Estás bien? -pregunta Hank, pero terminé desmayándome-.

. . .

Poco después de lo sucedido, desperté en una camilla que tenemos en la mansión. Estaba con una venda en mis brazos y tomaba fuerza para sentarme al menos, algo que logré.
Puse mis palmas y mi rostro, las iba llevando a mi cabello para después hacer un cepillo con mi dedos y tratar de relajarme.

Hank y Charles llegaron a un ritmo normal, al verme, sus rostros fueron de alivio.

-¿Te ayudo en algo, hija? -toma mi mano, miraba hacia ella y negué desde esa posición-. Sólo dime algo.

-Fue su culpa -volví a mirarlos, a ambos-.

-Por supuesto que la tiene, te trató mal.

-E igual fue mía, les mentí durante meses- Jamás te haz atrevido a leer mi mente porque me protegías. Pero de verdad la estaba pasando de lo peor, y no podía escapar, hasta ahora pude y terminé así.

-¿Tuya? -pregunta Charles-.

-Thomas. Me besó esa tarde en la que iba con Peter, y respondí a ese beso. Fue mi culpa estrechar nuestras manos, conocerlo, dejarlo entrar a mi vida. Pasó tanto tiempo y no tuve el valor suficiente para decirles, porque tenía miedo de que se decepcionaran. Pero, de ahora en adelante, tendré el coraje y hablaré. Sólo el amor puede lastimar así, creía que era una cura, pero terminó siendo otra estaca en mi.

Quedaron pensativos por un momento, mis lágrimas comenzaron a brotar y en ese instante sentí dos manos tocar la mía. Era mi familia, comprendiendo que el miedo no sólo esta cuando algo no te deja dormir por las noches, sino que, tenemos temor a las cosas que amamos.


² 𝗙𝗮𝗹𝗹 𝗜𝗻 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗤𝘂𝗶𝗰𝗸𝗹𝘆 𝗔𝗴𝗮𝗶𝗻 ─ peter maximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora