² 𝗙𝗮𝗹𝗹 𝗜𝗻 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗤𝘂𝗶𝗰𝗸𝗹𝘆 𝗔𝗴𝗮𝗶𝗻 ─ peter maximoff

thirty three. . . material girl

Narra ___:

Poco tiempo pasó desde que Thomas agarró sus cosas y se marchó de la mansión. Afortunadamente, no tengo ningún pendiente en mi vida amorosa o algo de qué preocuparme.

Absolutamente todo es ordinario a partir de ahora, es tranquilo no pasar por algún drama en este momento en especial. Dicen que extrañar no es malo, yo extraño a Peter día y noche y me cuesta reconocer que no está aquí, pero siento su presencia de una manera u otra.

-Y así fue como eché a Thomas de aquí -terminé de contarle todo a Jean-.

-Gracias a Dios que lo hiciste, notaba algo mal desde el principio.

-¿Y quisiste advertirme? -pregunté con sacarsmo-.

-Quería que tu herida de Peter sanara, todos lo queríamos. ¿Crees que esto la abrió más?

-La herida sigue igual, desde el aviso de su muerte hasta el funeral. Ha sido igual, la venganza se fue y reconozco que se fue. Listo, fin de la historia -sonreí un poco en seco-.

-Y tu querido perro es lo único de él -Twinkie se me acerca y lo abrazo-.

-Tienes razón, pasaron 5 años desde que llegó este amiguito. Ahora es 1983, así que hay que disfrutarlo, lo único que espero de ésta década es que la música sea la mejor.

-Muy cierto, el tiempo pasa volando. Las competencias de música que tanto querías, no se llegaron a realizar, te retiraste todo este tiempo, lloraste por 5 años y estuviste con Thomas por 8 meses. Te torturabas amiga, es verano, apenas comienza.

-Cierto, esta empezando. Nueva estación, nueva vida, nueva yo. Prometo que a partir de ahora todo será divertido y diferente.

-¡Perfecto! -chocamos nuestros puños-.

Alguien entró a mi habitación con la respiración agitada, se trataba de Nat. -Chicas, ayuda, necesito de sus consejos -se sienta en mi cama con las manos en el rostro-.

-¿Tú desde cuando tienes la llave de mi cuarto? -se la arrebato de las manos-.

-Desde hace dos años, duh. Jamás estás aquí, mujer. En fin, necesito de su ayuda. En especial tuya ___, tienes más experiencia en corazones rotos.

-Gracias amiga -respondí seria-.

-La cuestión es. ¿Puedo salir con una persona que es súper linda conmigo, pero esta todo el tiempo con otra persona y esa persona es diferente a mi? Es decir, ella es muy cool y se nota noble, se ve algo falsa la verdad, y yo pues, soy yo.

-¿Te refieres a Alex? Pensé que ya salían. Hay mucha más química con ustedes que con el laboratorio de Hank.

-Pues no, no hemos salido, está la mayoría del tiempo con otra chica. Dios, que materialista, usa sus "joyas" para llamar la atención de medio mundo -responde irritada-.

-Vaya que me he perdido de todo -suspiré-, bien. Acércate a él, se más cercana a Alex, comienza por una amistad, funciona siempre, y no luzcas como desesperada o eso terminará. Además, el dinero no hace la diferencia -reí-.

-Ohh, te equivocas amiga. El dinero es la razón por la que existimos, todos lo saben, es un hecho.

-En algo tienes razón, el dinero es clave de todo, pero menos del amor. Te lo demostraré -mi teléfono suena y tuve que contestar-. ¿Diga?

-Habla tu padre. Necesito que te arregles, uses un vestido bonito, tacones y todo eso que usan las señoritas para verse bien.

-¿Para qué?

-Saldremos, tu y yo. Tengo una cena que olvidé mencionarte y Hank no puede ir conmigo  así que vendrás tu. No es una invitación, tienes que venir conmigo.

-Ok, ¿a qué hora necesito bajar?

-7:30. Si estás mucho antes está perfecto. Tienes 1 hora para estar lista. Te quiero cariño.

-Igual papá, te veo en una hora.

Al colgar el teléfono tenía idea de lo que mis amigas y yo planeábamos hacer. Caminé hacia ellas y abrí mi clóset, me coloqué un divertido sombrero colorido y una bufanda repleta de plumas rosas.

-Con que, el dinero no hace la felicidad -hice un acento gracioso-. Bueno, lo que no saben es que somos un poco materialistas -guiñé el ojo-.

Comencé a hacer un número musical con mis amigas cuando coloqué esta canción. Mientras nos arreglamos todo era risas y un divertido teatro.

Mientras la música sonaba ellas iban arreglándome, mi vestido era color azul medianoche, tacones color plata y un maquillaje natural pero muy lindo. Tenía perlas y guantes blancos.

Me sentía toda una diva, hermosa y lista para la cena.

-Vaya, si que me transformaron -tocaba suavemente mi esponjoso cabello-. Usaré vestidos más seguido para lucir así de hermosa -reímos-.

-Por supuesto, iremos de compras -responde Nat-. Por lo mientras, ve a tu cena. Cuéntanos todo cuando regreses, necesitamos detalles -decía mientras buscaba un bolso-.

-Por supuesto, mis mejores amigas necesitan los detalles -saqué un lindo bolso blanco-. Listo, ahora me voy. Llevo mis llaves, labial, cigarrillos y mi walkman, escucharé música en el camino.

-No fumes tanto eh -dice Jean-. Hazme caso.

-Si madre -respondí con sarcasmo-. Ciao -me retiré de la habitación-.

Bajé dos pisos de escaleras hacia la entrada de la limusina, Hank me escanea de arriba a abajo y trata de mantener una postura normal. Además, nadie me ha visto con vestido desde hace años. Mi ropa más casual es una sudadera con pantalones holgados.

Al entrar al auto mi padre me miró de esa misma manera. -Te ves linda, hija. Extrañaba verte con un vestido.

-Gracias papá. Si no les importa, escucharé música todo el camino, ¿está bien?

-No hay problema -sonreí y saqué mi walkman con mi cinta favorita, un tape de grabé yo misma con mis canciones favoritas de éste mes-.

En el camino, disfrutaba cada una de mis canciones, necesitaba bailar o gritarla a todo pulmón. Hank y Charles actuaban algo sospechosos, así que bajé un poco el volumen y decidí escucharlos.

-Tiene que funcionar, al menos que lo conozca, tiene que superarlo -dice papá-.

-No decides eso por ella. Una cosa es que busque a alguien, y otra totalmente diferente es elegir a ese alguien y que lo quiera a la fuerza.

-Tiene un trauma por él, necesita a alguien dulce y éste muchacho es bueno. Te lo aseguro. Y si no lo quiere, que simplemente lo deje.

-Esperemos que lo intente -volví a enfocarme en mi música, pero de verdad pensaba en lo que estaban tramando-.

¿Intentar qué? ¿Volver a querer de nuevo? ¿A un muchacho? ¿Qué chico veré hoy? Supongo que lo único que sé, es que hablaban de mi. ¿Lógico? Si.